(Río Grande, setiembre 17 de 2012) – El histórico primer juicio por torturas llevado adelante en Tierra del Fuego terminó con la condena de todos los imputados: tres agentes penitenciarios que prestan servicios en la Unidad Penitenciaria Nro. 1 de Río Grande.
Los penitenciarios José Alberto Franco, Rubén Adrián Fernández y César Alberto González fueron condenados a la pena de nueve años de prisión e inhabilitación perpetua y absoluta al encontrarlos coautores del delito de torturas en contra del interno (ahora fallecido) José Santos Carmelo Castro Moya.
La pena resultó inferior a la solicitada por el Agente Fiscal Oscar Quadrini, quien había sugerido una condena de doce años para los imputados. La defensa, en cambio había reclamado la absolución por entender que no están probados los hechos ni la autoría del delito que se les achaca a Franco, Fernández y González.
En el momento de la lectura del veredicto se vivieron escenas de dramatismo en la sala de juicio, por cuanto el fallo condenatorio resultó inesperado para los familiares y allegados a los acusados que en gran número se habían concentrado en el lugar, confiando en un final de inocencia para los tres agentes penitenciarios.
Conocida la condena, Franco, González y Fernández fueron detenidos y alojados en dependencias de la seccional Tercera hasta tanto se determine su destino final.