Por sexta vez en cinco meses, un ministro de la presidenta brasileña Dilma Rousseff se está viendo presionado para dimitir por sospechas de corrupción: la renuncia del titular de la cartera de Trabajo, Carlos Lupi, es considerada como virtualmente segura e inminente por analistas y asesores del gobierno.
La situación de Lupi se complicó esta semana, después de que fotos y videos confirmaran que, en 2009, viajó en un avión alquilado por una organización no gubernamental (ONG) que obtuvo financiaciones por más de seis millones del Ministerio de Trabajo para financiar sus proyectos.
Las imágenes publicadas desmintieron al ministro, quien en declaraciones anteayer al Congreso aseguró que «nunca» viajó en aviones contratados por representantes del sector privado y también sostuvo que no conoce al dueño de la ONG, Adair Meira.
Según la analista política Cristiana Lobo, del canal televisivo GloboNews, al «mentir a la nación», Lupi, quien la semana pasada aseguró que «sólo a bala» lo sacarían del cargo, selló su salida del gabinete. «Esta situación fue creada por el propio ministro, a raíz de sus declaraciones tan tajantes que revelaron ser falsas. El mintió a la nación», expresó.
El futuro de Lupi, quien integra el socialista Partido Democrático Laborista (PDT) y asumió el comando del Ministerio de Trabajo en 2007, aún durante el pasado gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, empieza a ser definido hoy, durante una reunión de Rousseff con los integrantes de su equipo de coordinación política.
La mandataria brasileña, que asumió el poder en enero, enfrenta una ola de denuncias de corrupción contra integrantes de su Ejecutivo, que desde junio pasado causó las renuncias de cinco ministros: del Gabinete Civil, Antonio Palocci, de Transportes, Alfredo Nascimento, de Agricultura, Wagner Rossi, de Turismo, Pedro Novais, y del Deporte, Orlando Silva.
Según los analistas, la probable salida de Lupi depende más que nada de las negociaciones de Rousseff con el PDT, que, con 26 diputados y cinco senadores, es un importante aliado del gobierno en el Congreso.
Lupi, que es el presidente licenciado del PDT, tiene previsto para el próximo sábado un encuentro con los representantes de su partido en el Congreso, en el que buscará apoyo para contrarrestar las presiones por su renuncia. La duda es si logrará permanecer en el cargo hasta el encuentro, en momentos en que la oposición defiende la instalación de una comisión parlamentaria de investigación sobre las sospechas de irregularidades en la cartera.