Todos los días se puede observar sobre la vereda del banco el paisaje de largas filas de los clientes que aguardan ser atendidos en la institución.
Varios políticos en campaña prometieron obras, pero ya ha pasado más de un año desde el anuncio de gestionar las mejoras y aún no hay cambios a la vista.
Jubilados, madres con chicos en los brazos o con pequeños chicos son también parte del panorama que todos ven pero a nadie se les cae una idea.
Ya es hora de pasar del discurso a los hechos, la comunidad necesita ser escuchada en sus reclamos, los electores no sólo están para las elecciones, sino también para ser respetados.
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