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El ministerio de Salud confirmó esta mañana el fallecimiento de Marcos Luis Arias, uno de los dos afectados por botulismo que habían ingresado en estado gravísimo al hospital de Ushuaia a principios de semana.
Arias (de 25 años), al igual que su pareja María Zegat (32) habían consumido remolachas envasadas –según manifestaron sus allegados- de una lata que presentaría fallas de conservación, parte del descarte del comedor de un hotel que cesó sus actividades en febrero pasado.
Ambos acusaron síntomas de botulismo, e ingresaron en estado muy grave al Hospital Regional Ushuaia, por lo que se iniciaron los trámites para derivar a ambos a Córdoba, su provincia de origen. El traslado se cumplió en el caso de Zegat, quien arribó el viernes a las 19 hs. a Córdoba y se encuentra internada en el hospital Tránsito Cáceres Allende de la ciudad de Córdoba en terapia intensiva “en estado grave pero estable”, según informaron las autoridades sanitarias.
Sin embargo, el posterior traslado aéreo de Arias se frustró anoche cuando acusó síntomas de descompensación en momentos en que era llevado hacia el aeropuerto.
Esta mañana, durante un nuevo intento de concretar la derivación, su estado de salud se había agravado e instantes más tarde se confirmó su fallecimiento, el que se habría producido a bordo de la ambulancia que lo trasladaba.
La muerte de Marcos “el gordo” Arias ya ha provocado la lógica conmoción en su ciudad natal, Alta Gracia, donde se desempeñó como bombero voluntario desde los 12 años.
Una infección fatal
El botulismo es una infección causada por una toxina nerviosa producida por la bacteria Clostridium botulinum. Se encuentra en alimentos mal enlatados o almacenados en recipientes abiertos o inapropiados.
Se trata de una enfermedad de toxicidad alta, que paraliza algunos nervios y músculos del cuerpo, que puede provocar la muerte.
Los alimentos más proclives a albergar la bacteria son las verduras y hortalizas enlatadas en la casa. También están expuestos a la contaminación los productos derivados del cerdo, como el jamón crudo, y el pescado crudo o ahumado.
El botulismo también puede originarse cuando la bacteria ingresa al organismo a través de una herida.
Los principales síntomas son: dificultad para deglutir y hablar; progresivo debilitamiento; parálisis, vómitos y náuseas; dolor en el abdomen e inconvenientes para respirar. En general, no produce fiebre.
Los síntomas aparecen en un lapso de hasta 36 horas después de que la toxina entra en el cuerpo.
A pesar de los numerosos intentos y consultas hachas por Radio Fueguina a las autoridades sanitarias, el ministerio de Salud no ha accedido a revelar la marca del producto consumido por las víctimas y si se ha ordenado investigar la posible existencia en el mercado de latas de la misma serie.