(Río Grande, 05 de noviembre de 2012) La víctima tiene 25 años, hacía un par de semanas que trabajaba en el restaurante de 14 y 42, y está grave. Eran tres motochorros. Habrían escapado sin robar y ya estarían identificados.
Tiene 25 años. Es de Ushuaia. Hace unas dos semanas consiguió empleo como cajero en un conocido restaurante de La Plata. Y anoche le pegaron un tiro en la cara en un intento de robo. Al cierre de esta edición permanecía internado en grave estado en una clínica privada, mientras la Policía se limitaba a decir escuetamente que tenía a los delincuentes “cercados”. Eran tres, andaban en dos motos, una de las cuales habría sido secuestrada y antes de protagonizar el salvaje episodio el barrio Norte de la ciudad habrían cometido otros ilícitos.
Pero el que nos ocupa sucedió a eso de las 8 de la noche, cuando los empleados de “El Tonel”, en 14 y 42, acomodaban el local para arrancar con la actividad del domingo.
En eso, dos motos pararon en la vereda, con tres sujetos montados en ellas. Aparentemente, dos de ellos bajaron y se metieron en el restaurante, mientras el otro quedó en la calle haciendo las veces de campana.
Lo que pasó en los poquitos segundos de locura que sobrevinieron después no está del todo claro. O sí, pero las fuentes consultadas no lo contaron y los testigos declinaron hacer declaraciones a la prensa, en pleno estado de shock. Se sabe que fueron directo a la caja, donde estaba Rodrigo Casabela (25). Un jefe policial descartó que el joven se haya resistido: “Le tiraron porque sí”, resumió. No se descarta que se hayan molestado porque en el lugar prácticamente no había dinero, más que el necesario para comenzar una jornada de trabajo.
“No había clientes, recién abrían”, dijo a Trama Urbana la moza de un restaurante ubicado justo enfrente de “El Tonel”, quien escuchó el disparo y vio entrar a los compañeros de Rodrigo desesperados en el local, pidiéndole que llamara a la Policía y una ambulancia.
No trascendió si ambos ladrones estaban armados, o sólo el que apuntó contra Casabela y le tiró directo a la boca. Habría usado una pistola del calibre 9 milímetros. Luego escaparon, aparentemente con las manos vacías, dejando el horror a sus espaldas. “Se fueron en direcciones distintas”, dijo la moza.
Un patrullero de la comisaría Segunda llegó rápido al lugar y se encargó de trasladar a la víctima al hospital Español, porque la ambulancia se demoraba demasiado.
Se desplegó un impresionante operativo para dar con los malhechores, quienes habrían huido en dirección a Ringuelet. Al cierre de esta edición, un investigador refirió que “una moto está secuestrada y estamos a punto de detener a los autores”. Después, esta fuente y el resto se llamó a silencio.
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