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Eudeba aclara que el prólogo del Nunca Más jamás llevó la firma de Sábato

Magdalena Ruiz Guiñazú había denunciado la quita de la firma en la última edición del libro.

La periodista Magdalena Ruiz Guiñazú denunció que se borró la firma de Ernesto Sabato de la nueva edición del Nunca Más, aunque desde la editorial Eudeba se dijo que «nunca» el prólogo llevó la firma del escritor.

El gerente general de la editorial Eudeba, Luis Quevedo, confirmó a La Voz del Interior que ninguna edición del libro, desde su primera publicación en 1984, tuvo la firma del escritor. «Nunca estuvo firmado por Sabato, se trata de una información errónea», explicó.

El empresario agregó que debido a la repercusión que tuvo la noticia enviarán un comunicado para desmentir todo. Paralelamente, este diario accedió a una edición de 1996 que también carece de la firma de Sabato.

Qué dijo Magdalena. Ruiz Guiñazú señaló haber recibido «con sorpresa e indignación» lo que pasó. El libro es de la editorial Eudeba (Universidad de Buenos Aires) del Informe «Nunca Más» de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep).

«La publicación, con fecha marzo 2012, edición 4, reimpresión, no solamente sigue anteponiendo (exactamente desde marzo de 2006) un prólogo firmado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación al prólogo original que Ernesto Sabato firmó en el momento de su primera publicación, sino que hoy omite definitivamente la firma de Sabato”, explica Ruiz Guiñazú, en una nota publicada en La Nación.

Luego agrega: «Como si este fundamental Informe -que sirvió de base al juicio a las juntas de comandantes de la dictadura- fuera un documento anónimo».

La periodista también participó de la redacción del informe Conadep. Su nota en La Nación se titula: Robar a los muertos.

Explicó además que “suprimir de este proceso el nombre de Ernesto Sabato es simplemente robarle (a quien no puede replicar) una tarea asumida con enorme responsabilidad en años en los que las Fuerzas Armadas tenían aún un gran poder (recordemos los golpes de Semana Santa, Villa Martelli, La Tablada, etcétera)”.

“Apropiarse de escritos jurídicos y considerarse dueños de la defensa de los derechos humanos son hechos vergonzosos que al menos un hombre digno y valiente como Ernesto Sabato por suerte no ha llegado a presenciar”, concluyó Ruíz Guiñazú.

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