(Río Grande, octubre 19 de 2012) – Un impresionante accidente que, por milagro, no derivó en tragedia ocurrió esta noche alrededor de las 21,30 en Chacra II, en un horario de intensa circulación de vehículos y peatones.
La alta velocidad y la imprudencia se sumaron para provocar el impresionante vuelco de un automóvil particular ocupado por tres personas muy jóvenes, el conductor y dos mujeres que lo acompañaban.
Según los testigos, el Chevrolet Agile (LAB567) que circulaba por Prefectura Naval Argentina, giró hacia la derecha a gran velocidad por Isla de los Estados. En esa instancia, su conductor perdió totalmente el control del rodado que volcó y terminó impactando a tres automóviles estacionados, dejando abolladuras en todos ellos.
Los vehículos que sufrieron las consecuencias del impacto, todos de marca Chevrolet, fueron un Corsa (GFG165) gris, un Meriva (FCV379) gris y un Suran (ISZ727) negro, cuyos propietarios debieron salir de sus departamentos, sorprendidos por el insólito perjuicio que acababan de sufrir.
Los tres ocupantes del Agile salieron por sus propios medios del auto volcado sobre uno de sus laterales, dando muestras de no haber sufrido lesiones. La sorpresa de los testigos se tornó en indignación cuando observaron que de dentro del rodado habían caído una importante cantidad de botellas de cerveza que probablemente estaban siendo ingeridas por los ocupantes del vehículo accidentado.
Los tres debieron ser retirados en segundos del lugar por efectivos policiales para evitar que debieran dar “explicaciones” ante los ofuscados vecinos.
La presencia de un gran número de transeúntes a esa hora por la zona (algunos de ellos, niños que jugaban muy cerca) movió a los circunstantes a imaginar las consecuencias fatales que pudieron derivarse por el descontrolado andar del automóvil por las calles del barrio. Algunos testimonios dicen que el conductor (reconocido como hijo de un conocido gremialista) había sido visto ya minutos antes circulando a alta velocidad por la zona.
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