(Río Grande, 29 de septiembre de 2012) La Escuela Agrotécnica Salesiana de Río Grande, en Tierra del Fuego viene realizando junto a otras entidades como el INTA y empresas de maquinaria agrícola como Mainero, Vassalli y Agrometal una serie de ensayos que muestran el potencial de la región.
Ubicada en el norte de la isla, trabajan sobre suelos molisoles con un horizonte A de textura franco-arenosa , con 5 a 10% de materia orgánica. Con escasas nevadas y fuertes vientos en primavero-verano, esta planicie de aproximadamente 420.000 hectáreas, sin árboles y con suaves ondulaciones, es la región más apta para la producción agropecuaria. El modulo de producción de forrajes, a cargo de Gustavo Cobián efectuó las siguientes experiencias:
Siembra de Topinambur. Con tubérculos de la provincia de Neuquén, observarán el comportamiento de este rizoma doble propósito, tanto para forraje para el engorde animal como para la producción industrial. Tolera la salinidad, tiene requerimientos de 300 milímetros de precipitaciones y su producción forrajera puede llegar a ser casi 20 veces superior a la de una pastura tradicional.
Ensilaje de vegas típicas. Con las condiciones ambientales de la isla, la conservación de forrajes, constituye una herramienta clave para disminuir las variaciones interanuales. Sin embargo, esta poco desarrollada, confinada a unas pocas hectáreas, conservadas como heno. Sin embargo, la alta nubosidad y viento durante la cosecha resultan subóptimas para la henificación y menos limitantes para el ensilaje, Los forrajes de las vegas ensiladas alcanzaron aceptables niveles de calidad.
Siembra directa. Con una Agrometal, se realizaron siembras de otoño en mallines con temperaturas muy bajas, depositando la semilla en el suelo casi congelado a la espera de condiciones de germinación. Sobre pastizal natural se sembró trébol rojo y blanco y rye grass anual y perenne con superfosfato triple.
Fuente: La Nación