La «partícula de Dios», es decir el bosón de Higgs, gracias al cual todo tiene una masa, fue descubierta después de haberse teorizado su existencia hace 48 años, informó hoy el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) de Ginebra.
El bosón de Higgs o «partícula de Dios» es considerado por los físicos como la clave para entender la estructura fundamental de la materia y la partícula que atribuye la masa a todas las demás, según la teoría llamada del «modelo estándar».
Los datos, recibidos por un estruendoso aplauso, fueron presentados por los experimentos CMS, coordinado por el estadounidense Joseph Incandela, y Atlas, coordinado por la italiana Fabiola Gianotti.
En el túnel del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) de 27 kilómetros de circunferencia, instalado a 100 metros bajo tierra de la sede del CERN, los físicos provocaron el choque de miles de millones de protones con la esperanza de encontrar el rastro del bosón entre los restos (cascadas de partículas), con la ayuda de todo tipo de detectores.
Sólo en 2011 se registraron 400 billones de colisiones en el LHC, que intenta reproducir las condiciones que existieron una fracción de segundo después delBig Bang.
Los científicos indican, con un margen de error cercano a cero, que el bosón de Higgs tiene dimensiones comprendidas entre los 125.000 y 126.000 millones de electronvoltios, es decir que pesa entre 125 y 126 veces más que un protón, una de las partículas que constituyen el núcleo de un átomo.
El «padre» de la partícula de Dios, el físico británico Peter Higgs, no consiguió contener las lágrimas mientras Gianotti terminaba de presentar los datos. Un aplauso interminable invadió la sala cuando terminó la presentación y los datos estuvieron finalmente ante los ojos de todos: gritos, palmas y muchísima emoción se veía en los rostros de todos, un entusiasmo increíble que tuvo eco en los físicos en conexión desde Melbourne.
Luego el director general del CERN, Rolf Heuer, invitó a todos a aplaudir a Higgs y los otros cuatro padres de la partícula presentes en el lugar: el belga Francois Englert, los estadounidenses Gerald Guralnik y C. R. Hagen, y el británico Tom Kibble. Solo faltaba el belga Robert Brout, fallecido hace poco más de un año. «Es realmente increíble -dijo Higgs- que todo esto haya ocurrido».
«Hemos superado una nueva etapa en nuestra comprensión de la naturaleza», dijo Heuer. «El descubrimiento de una partícula cuyas características son coherentes con las del bosón de Higgs abre la vía a estudios más profundos que necesitarán más estadísticas para establecer las propiedades de una nueva partícula», aseguró.
«Esta partícula permitirá descubrir otros misterios de nuestro universo«, añadió Heuer.