“El trabajo comenzó la semana pasada, el día jueves, cuando desde la dirección del establecimiento se nos aviso que existía un fuerte olor en la zona del gimnasio”, comenzó Ojeda, y agregó: «El viernes hicimos una inspección y decididmos hacer un monitoreo diario en las calderas».
A su vez, explicó que «el monitoreo se hace en conjunto con la gente de bomberos voluntarios, que tiene un aparato que mide y separa los componentes en la atmósfera del lugar»