(Río Grande, 15 de junio de 2012) – El Secretario de Gestión de Hidrocarburos y Energía, Ricardo Saporiti, participó de una nueva reunión plenaria de la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI), donde el foco estuvo centrado en las oportunidades que tiene la Argentina con el «shale gas” y el «shale oil».
Del encuentro desarrollado en la sede porteña del organismo federal, participaron los representantes de las demás provincias que integran el organismo (Santa Cruz, Chubut, Neuquén, Río Negro, La Pampa, Mendoza, Formosa, Salta y Jujuy).
Saporiti catalogó al encuentro como muy positivo y respecto del «shale” informó que “ésta es una forma no convencional de obtención de gas y de petróleo que requiere grandes inversiones y que se justificarían porque, aparentemente, en la Argentina habría importantes reservas, según lo confirmará hace unos meses la AIE (Agencia Internacional de la Energía de EE.UU), que nos posicionaría en tercer lugar mundial de reservas, luego de ése país y Canadá”.
El funcionario describió que “el shale gas y el shale oil se encuentran en formaciones rocosas profundas, también llamadas lutitas, que tiene la característica de ser una roca muy compacta, muy dura, de baja porosidad y permeabilidad (que impide que los hidrocarburos fluyan sin mayores esfuerzos) y conformadas como láminas o pizarras superpuestas con microporos en los cuales está ocluido o contenido el petróleo y el gas”.
“Para obtener el shale hay que perforar pozos horizontales y luego fracturar la roca con el objetivo de generar canales donde pueda fluir el hidrocarburo que estaba ocluido”, explicó el Secretario. “Este proceso es muy costoso, porque fracturar la roca implica usar una técnica que consiste en inyectar en la formación agua dulce, arena y algún producto químico que impida que las partículas que tiene el agua, obstruya los microporos”.
Si bien por su potencial Neuquén se ha convertido en pionera en estos desarrollos no convencionales, estudios geológicos realizados hace muchos años sobre las cuencas productivas del país, indican que en todas ellas existen posibilidades de descubrir reservorios de Shale, incluyendo la Cuenca Austral.
“Esta nueva técnica –recordó- se empezó a utilizar en Estados Unidos con gran éxito, modificando en poco menos de 8 años la matriz energética del país, deficitaria en gas natural hasta ese momento. Hoy el noventa por ciento de su demanda de gas proviene de los yacimientos propios, convencionales y no convencionales que descubrieron”.
“El shale representa una oportunidad muy grande, puesto que los recursos que están asociados son enormes, pero se debe tener muy presente que para ponerlos en superficie se necesita de un gran esfuerzo en términos de recursos tecnológicos, financieros, humanos y disponibilidad de equipos de perforación, todo ello en un marco regulatorio estable en el tiempo y precios acordes para viabilizar económicamente los prospectos”, concluyó el Secretario.