Se conoció este domingo la noticia del fallecimiento, a los 84 años de edad, del exjuez Tomás Hutchinson, uno de los iniciadores del sistema judicial en la provincia de Tierra del Fuego.
Nació en la provincia de Buenos Aires en el año 1941, se convirtió en abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1968 y desde entonces dedicó su vida a la ciencia jurídica. Con especial vocación por el estudio del Derecho Administrativo, fue profundizando su desarrollo en esa disciplina en la que se volvió un emblema en el país y citado en otras latitudes.
Nacido en la provincia de Buenos Aires en el año 1941, se recibió de abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1968 y desde entonces dedicó su vida a la ciencia jurídica.
Hutchinson integró uno de los primeros triunviratos de magistrados que compusieron en los inicios el Superior Tribunal de Justicia. Fue el quinto en llegar al alto tribunal y el primer presidente del Consejo de la Magistratura. En tal carácter le tocó participar de la designación y tomar juramento a la gran mayoría de magistrados que se fueron integrando al Poder Judicial a partir de 1992 y organizó el sistema administrativo de la institución.
En el 2000, y con 59 años de edad, se acogió a la jubilación, beneficiado por la polémica ley de retiro anticipado para jueces y magistrados, sancionada en la previa de la llegada al poder del exgobernador Carlos Manfredotti. Como pasivo, pasó a percibir una remuneración que triplicaba a la del Gobernador, pese a haber aportado a la Caja de Previsión sólo durante 5 años y dos meses.
La noticia de la desaparición física de Tomás Hutchinson, a los 85 años se difundió en redes sociales y en el portal “Palabras del Derecho”, que lo recuerda como “una figura emblemática del Derecho Administrativo Argentino”.
La nota en el sitio web menciona que “Con una trayectoria profesional cincuentenaria se desempeñó treinta y un años en el Poder Judicial, carrera en la que a través de distintos roles y responsabilidades fue receptivo y permeado de una perspectiva nacional. Fue juez del Superior Tribunal de Justicia de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (1995-2000); juez de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal (1988-1990); prosecretario y luego secretario de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires en la Secretaría de Demandas Originarias (1978-1981); y, secretario de primera instancia en lo civil y comercial en las provincias de La Pampa y Buenos Aires (entre 1969 y 1978).
Era licenciado en Lengua y Literatura italiana por la Asociación Dante Alighieri y poseía un posgrado en Derecho Administrativo y Política Internacional obtenido en la Universitá degli Studi di Bari, Italia.
Refiere, asimismo, que “recibió numerosos premios por su trayectoria doctrinaria y docente, siendo distinguido por el propio Augustín Gordillo quien en una intensa dedicatoria a su persona refirió “toda la vida y la obra del Dr. Hutchinson, plena de actividad reflexiva, se cualifica y enaltece más aún con su permanente defensa de los valores más puros de nuestro sistema jurídico: con la libertad y la democracia, con la repulsa de todos los excesos autoritarios de cualquier signo que fueren, con la tutela de los derechos de los individuos por encima de excusas, prejuicios y formalismos frustratorios de la libertad individual”.
“Con estilo mordaz y crítico –describe- Hutchinson supo criticar la falta de apego jurídico de nuestra sociedad al decir que «La Ley en la Argentina es una sugerencia» y bregó, en tal sentido, por el seguimiento de las normas para el progreso del país”.
La mención es coincidente con la polémica que acompañó a la salida de Tomás Hutchinson de la provincia cuando, tras acogerse a la jubilación, expresó públicamente en reiteradas oportunidades que la sociedad fueguina padecía “de una extrema inclinación por acudir a la Justicia” y que “era muy difícil que los fueguinos se allanaran a respetar la ley”.
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