El reconocido médico cardiólogo Raúl Maltez falleció a los 68 años en la ciudad de Buenos Aires, tras enfrentar una agresiva enfermedad. Su partida deja un vacío profundo en el ámbito médico y social, particularmente en Río Grande, donde se destacó como un referente fundamental en la promoción de la salud y la lucha contra el tabaquismo.
Maltez fue jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Regional Río Grande durante muchos años, donde desempeñó un papel clave no solo en la atención clínica, sino también en la prevención y concientización sobre enfermedades cardiovasculares. Su dedicación trascendió las fronteras de su labor hospitalaria: lideró campañas dirigidas a combatir la hipertensión y a alertar sobre los efectos nocivos del tabaco, una sustancia que describió como “un enemigo silencioso para la salud”.
Su legado más perdurable está asociado con la ordenanza número 2508, aprobada el 4 de agosto de 2008 por el Concejo Deliberante de Río Grande. Esta normativa, considerada pionera en el país, declaró a la ciudad como “Ciudad Libre de Humo” y prohibió fumar en todos los espacios cerrados con acceso público, tanto en el ámbito público como privado. Con ella, Río Grande marcó un precedente en la protección de la salud pública frente a los riesgos asociados al consumo de tabaco.
Aquella ordenanza impuso el concepto de «fumador pasivo» que muchos pretendían negar y privilegió el derecho a la salud por encima del derecho a fumar.
Miriam Bodyajián, por entonces concejal del Movimiento Popular Fueguino, recordó la estrecha colaboración de Maltez en la creación de la ordenanza, y destacó su papel central en este logro: “Esa ordenanza cambió radicalmente toda una cultura, inimaginable hoy, cuando todo el mundo fumaba en recintos cerrados y pequeños”, expresó en una entrevista con ((La 97)) Radio Fueguina. También recordó con afecto los intensos días de trabajo junto al cardiólogo, tanto en las comisiones legislativas como en el hospital, donde buscaban asesoramiento técnico para sustentar la normativa.
Bodyajián subrayó las dificultades enfrentadas en aquel entonces: “Esa ordenanza salió a pesar de tantas presiones que había. Logramos convencer al resto de los concejales, la ordenanza salió por unanimidad y sin ninguna duda cambió hábitos que había que cambiar, modificó una cultura”. Atribuyó al Dr. Maltez la capacidad de generar consenso y de impulsar un cambio que hoy parece natural, pero que, en su momento, implicó un arduo esfuerzo. “Hoy parece natural que nadie fume en recinto cerrado, pero en aquel momento costó mucho y el Dr. Maltez con su empeño fue el que motorizó el cambio”, afirmó la exconcejal.
La normativa de 2008 no solo transformó los hábitos de una comunidad, sino que se erigió como un ejemplo a nivel nacional, inspirando legislaciones similares en otros puntos del país.
Según quienes trabajaron con Maltez, su lucha no se limitó a la prohibición del tabaco en espacios cerrados. Su objetivo era instalar en la sociedad una mayor conciencia sobre los factores de riesgo para la salud cardiovascular.
“El Dr. Maltez era un gran profesional. Dejó un legado”, concluyó Miriam Bodyajián, sintetizando el impacto de su labor. Su partida significa la pérdida de un hombre comprometido con la medicina y con el bienestar colectivo, cuya influencia se refleja en un cambio cultural que, más de una década después, sigue salvando vidas.
Texto de la Ordenanza
«Ciudad Libre de Humo»: la ordenanza 2508, de abril de 2008, sancionada por unanimidad por el Concejo Deliberante de Río Grande
ordenanza2508-cdrg-fumar-08-1
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