El pasado fin de semana, los pasos fronterizos de Monte Aymond registraron un intenso movimiento de viajeros provenientes de la región sur de Argentina. La masiva afluencia de personas, en su mayoría residentes de Río Gallegos y otras localidades de Santa Cruz, así como también de Tierra del Fuego, respondió a una combinación de factores económicos y culturales que fortalecen los lazos entre ambas regiones.
Con un tipo de cambio que ofrece 0,88 pesos argentinos por cada peso chileno, Punta Arenas se consolida como un destino atractivo para argentinos que buscan maximizar el rendimiento de su dinero. Este diferencial cambiario incentivó a cientos de familias de la Patagonia Sur a atravesar la frontera, no solo para realizar compras de bienes como tecnología, indumentaria y alimentos, sino también para disfrutar de la oferta gastronómica y cultural que caracteriza a la ciudad chilena.
Desde horas tempranas, los pasos fronterizos presentaron largas filas de vehículos, con controles que operaron a máxima capacidad para garantizar la seguridad y el flujo continuo de los viajeros. Según informaron fuentes oficiales, se reforzaron las medidas de atención en la frontera, con inspecciones vehiculares y verificaciones de documentación que permitieron un tránsito ágil y ordenado.
La histórica relación entre Punta Arenas y las ciudades del sur argentino se vio nuevamente reflejada en este intenso movimiento transfronterizo. Este vínculo, construido a lo largo de décadas a través de eventos binacionales y acuerdos comerciales, sigue generando beneficios económicos y sociales para ambas comunidades. Además del aspecto comercial, muchos viajeros destacaron la experiencia integral que ofrece Punta Arenas, combinando compras con actividades recreativas y culturales.
“Este fin de semana fue una excelente oportunidad para adquirir productos que acá son más accesibles, pero también para compartir en familia y disfrutar de la ciudad”, señaló una visitante riograndense que viajó junto a sus dos hijos.
La presencia de turistas argentinos en Punta Arenas no solo favoreció el comercio local, sino que también reafirmó la importancia de los lazos de hermandad entre las regiones. Especialmente en contextos económicos donde las diferencias cambiarias generan nuevas oportunidades para los consumidores.
Los comerciantes de Punta Arenas aprovecharon la afluencia de visitantes para incrementar sus ventas y fortalecer su posicionamiento como destino clave para los compradores argentinos. Este flujo, sin embargo, no está exento de desafíos logísticos, como lo evidencian las largas filas en los pasos fronterizos y la necesidad de optimizar los tiempos de cruce.
La jornada culminó con un balance positivo tanto para las familias patagónicas que lograron ahorrar en sus compras como para la economía local de Punta Arenas, que se benefició del turismo de consumo.
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