Dana Federrath, estudiante del Colegio Provincial Soberanía Nacional, se ha destacado como una joven excepcional al concluir su quinto año con un promedio de 10. A sus 17 años, ha sido nombrada abanderada de la institución, un honor que refleja su dedicación y compromiso académico.
En una entrevista en el segmento “Chicos que crecen” del programa “Un gran día” en ((L97)) Radio Fueguina, Dana compartió su historia de vida, sus inspiraciones y sus planes a futuro. Reconoce que, aunque no a todos les entusiasma estudiar, para ella es una actividad que se le facilita. «No creo que a los chicos les encante estudiar, pero a mí se me hace bastante fácil. Además, considero que ser responsable es clave para obtener buenas notas», señala con seguridad.
A lo largo de su trayectoria escolar, ha aprendido que la inteligencia debe ir acompañada de disciplina y esfuerzo. “Algunos chicos son vagos pero tienen más capacidad que muchos. Si no ocupan esa habilidad a su favor, no llegarán lejos», enfatiza Dana.
Originaria de Buenos Aires, Dana se mudó a Tierra del Fuego a la edad de 7 años en 2015. Su familia había venido de vacaciones, pero su madre decidió quedarse, lo que Dana considera «la mejor decisión».
Ella ha pasado su infancia y adolescencia en la región y está contenta de que así sea, a pesar de que algunos podrían criticar el clima y las particularidades de Tierra del Fuego. “Es un lindo lugar para mí, y el que quiere puede adaptarse», dice con determinación.
Dana inició su educación en la escuela 80, luego continuó su primaria en la Escuela Número 20 y, más tarde, en la 32. Al momento de elegir una secundaria, su deseo era asistir al polivalente, pero al no ser seleccionada, optó por el Colegio Soberanía Nacional, donde su madre también había estudiado. «El colegio no tiene buena prensa afuera, pero el que quiere estudiar, lo hace», recalca.
Vive en Punta Popper, en el barrio Austral, y debe levantarse muy temprano para llegar al colegio a tiempo. “Nos despertamos a las 5 de la mañana y salimos alrededor de las 6. Mi mamá siempre nos lleva”, explica.
A pesar de las dificultades, Dana ha mantenido una asistencia casi perfecta. «Si falto, me siento mal. No me gusta perder clases porque siento que no sigo el ritmo», menciona con sinceridad.
Sobre su futuro académico, Dana aún no ha tomado una decisión definitiva, aunque contempla varias opciones. «Podría ser docente, porque siento que explico y enseño bien. Tengo mucha paciencia», dice. Se muestra abierta a explorar diferentes carreras, incluyendo un posible profesorado de inglés, y subraya la importancia del apoyo de su madre en su trayectoria. “Ella es un respaldo fundamental para mí», afirma.
El reciente reconocimiento como abanderada fue sorpresivo para Dana. Fue citada junto a otros compañeros sin saber el motivo. «Nos juntaron y ahí nos dijeron que se iba a anunciar a los abanderados y escoltas. Se tuvo en cuenta nuestra trayectoria, asistencias y notas», Dana Federrath es un ejemplo de esfuerzo y dedicación. Con un promedio de 10 y un futuro brillante por delante, ha logrado destacarse en su entorno académico.
Su historia inspira a otros jóvenes a valorar la educación y a perseverar en la búsqueda de sus objetivos, demostrando que con responsabilidad y pasión se pueden alcanzar grandes logros.
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