El 2024 resultó un año de importantes retos para los trabajadores estatales en Tierra del Fuego, según el análisis del secretario de Finanzas de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de Río Grande, Carlos Margalot. En un contexto de inflación desbordante y ajustes salariales que, aunque superiores a los índices oficiales, resultaron insuficientes frente al aumento del costo de vida, Margalot destacó en ((La 97)) Radio Fueguina los avances y las dificultades enfrentadas durante el año.
«Arrancamos en diciembre del año pasado con una inflación de 25%, una de las más grandes en la última década; enero un 20% y un 15%. Cuando nosotros comenzamos las paritarias en febrero ya teníamos un 70% de inflación acumulada para atrás», explicó Margalot, trazando un panorama crítico de las condiciones económicas que marcaron el inicio del período.
En su balance, el dirigente cuestionó las promesas incumplidas del gobierno nacional. «Cuando asumió este presidente, había un compromiso de campaña que hablaba de combatir la casta, de ir a favor de los trabajadores y de incrementar los salarios. Lamentablemente, no pasó nada de eso», afirmó, subrayando la percepción de un alejamiento de las políticas orientadas a la clase trabajadora.
Pese a este contexto adverso, Margalot destacó como positivo el espacio de negociación alcanzado tanto con el gobierno provincial como con el municipio. «Lo bueno de Tierra del Fuego, a comparación de otras provincias, es que nos hemos sentado y hemos tenido paritarias. Hoy en día, sentarse a discutir salario es complicado, porque muchas provincias están dando aumentos por decreto, con porcentajes bajísimos», sostuvo, mencionando ejemplos como la provincia de Buenos Aires, donde los incrementos salariales rondaron entre el 1% y el 3%.
En el ámbito provincial, los aumentos salariales alcanzaron un acumulado del 170%, mientras que en el municipio de Río Grande la cifra llegó al 177%. Sin embargo, según Margalot, estos incrementos no lograron compensar la pérdida del poder adquisitivo. «Estamos cerrando el año con una inflación oficial del 112%, pero es una inflación mentirosa. En noviembre, por ejemplo, se registró un 2.4%, lo cual es un chiste si consideramos el aumento de precios en luz, gas, combustible. La realidad es que el salario no alcanza», denunció.
El dirigente resaltó algunos logros específicos, como la recuperación parcial de las escalas salariales. «En el municipio arrancamos el año con una escala de 99.000 pesos y hoy estamos cerrando con casi 300.000 pesos, pero es tanto el aumento de precios y la pérdida del poder adquisitivo que aún resulta insuficiente», explicó.
De cara al inicio del 2025, ATE ya tiene pactados nuevos ajustes. «En la Muni tenemos asegurado un 5% de aumento en enero, con un piso salarial de 800.000 pesos», informó Margalot. Además, destacó la implementación del premio vacacional, una suerte de aguinaldo adicional que se calculará en base al último salario neto del mes anterior y se abonará en fechas específicas durante diciembre, enero y febrero.
El balance del año, aunque con tintes críticos, refleja la lucha constante de los trabajadores estatales por recuperar terreno frente a una inflación que, según Carlos Margalot, sigue socavando las posibilidades de la clase trabajadora. «Cada incremento salarial que hemos logrado, tanto en gobierno como en municipio, ha duplicado o triplicado los datos inflacionarios reales. Sin embargo, el poder adquisitivo perdido sigue siendo mucho», concluyó.
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