La inauguración de la Casa de Jóvenes Fueguinos y Santacruceños Ignacio Studer en la ciudad de Córdoba marca un hito en la cooperación entre las ciudades de Río Grande y Río Gallegos. Este espacio, concebido como un lugar de encuentro y apoyo para estudiantes provenientes del sur argentino, busca replicar el exitoso modelo desarrollado en La Plata.
Diego Pupato, delegado del municipio de Río Grande en la Ciudad de Buenos Aires, tuvo un rol clave en la organización y puesta en marcha de este proyecto, que simboliza un esfuerzo conjunto para fortalecer los lazos entre jóvenes y sus comunidades de origen.
“Muy contento con la satisfacción de haber podido poner en condiciones esta casa junto a la Municipalidad de Río Gallegos y a solicitud del intendente Martín Pérez. Muy contento este día de hoy con tantos chicos acá que se han acercado a la casa con muchas ganas de participar y de encontrar acá en Córdoba un pedacito de Río Grande”, expresó Pupato, entrevistado por ((La 97)) Radio Fueguina, reflejando la importancia emocional que tiene este espacio para los jóvenes estudiantes.
La casa está estratégicamente ubicada en el barrio Martínez, a pocos pasos de Nueva Córdoba y cerca de la Ciudad de las Artes y la Ciudad Universitaria, un emplazamiento que facilita el acceso de los estudiantes y garantiza un entorno seguro. “Es una ubicación muy buena, muy conveniente para los chicos, un lugar seguro, a dos cuadras de la Ciudad de las Artes, a dos cuadras de la Ciudad Universitaria con colectivos que los pueden dejar acá. Queremos que estén cómodos y queremos que tengan ganas de venir”, explicó Pupato.
El objetivo principal del proyecto es proporcionar un espacio multifuncional que no solo brinde apoyo académico, sino también fomente el bienestar y la integración social. “Queremos repetir en Córdoba la experiencia y todo lo que hemos aprendido en La Plata. En La Plata lo que tenemos básicamente es una casa que es un espacio de encuentro de los chicos de Río Grande de La Plata y que también esta va a ser un espacio de encuentro de los chicos en Córdoba, donde se ofrecen distintos servicios”, detalló.
Entre los servicios destacados se encuentran el acceso a internet, computadoras, coworking y la posibilidad de imprimir y fotocopiar apuntes. Además, se promueve una amplia agenda de talleres que abarca desde actividades recreativas, como guitarra y coro, hasta capacitaciones formativas. Pupato también destacó el componente de cuidado de la salud que incluye atención médica y psicológica preventiva, coordinada con la Secretaría de Salud de Río Grande.
El carácter integrador de este espacio no se limita a lo académico. “Tenemos una agenda de encuentros para los chicos, el 2 de Abril, el cumpleaños de Río Grande, el aniversario de la casa, oportunidades para que los chicos se puedan juntar y estar haciendo lo mismo que está haciendo su familia en Río Grande, que es celebrar y sentirse parte de la ciudad”, añadió.
Además, la casa ofrece áreas recreativas que incluyen un metegol, una consola de videojuegos, y una pileta, elementos que, según Pupato, buscan garantizar momentos de disfrute y relajación para los estudiantes.
La colaboración entre los municipios de Río Grande y Río Gallegos, liderados por Martín Pérez y Pablo Grasso respectivamente, se presenta como un ejemplo de cooperación interprovincial. Pupato resaltó el simbolismo de esta alianza: “Lo decía Martín hoy cuando recibió a la gente, es una experiencia única, dos ciudades de dos provincias distintas, no sé si hay una experiencia similar en la Argentina. Pero sí son dos provincias que comparten el gen patagónico, entonces hay mucho en común y hay muchas ganas de encontrarse y de hermanarse”.
La Casa Ignacio Studer no solo representa un esfuerzo por acompañar a los jóvenes en su desarrollo académico y personal, sino que también refuerza los lazos identitarios y culturales entre las comunidades de la Patagonia. En cada rincón de este espacio, se busca reflejar el espíritu de solidaridad y pertenencia que caracteriza a los pueblos del sur.
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