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Chicos Que Crecen

Pasión por el arte: Hada Bernard, licenciada y profesora en Artes Visuales

La historia de Hada Bernard, licenciada y profesora en Artes Visuales, pasó por ((La 97)) Radio Fueguina. En el programa “Un gran día”, Hada compartió su inspiradora trayectoria. Desde su infancia en una familia de artistas hasta su formación en la Universidad de La Plata, su pasión por el arte ha sido una constante.

En el vibrante universo de las artes visuales de Río Grande, se destaca la figura de Hada Bernard, licenciada y profesora que ha dedicado su vida a la enseñanza y difusión del arte.

Su trayecto comienza en una familia de artistas plásticos, en la que la creatividad se respiraba en cada rincón.

Desde la secundaria, Hada supo que su futuro estaba ligado al arte. En sus palabras compartidas en el programa radial «Chicos que crecen», «toda la secundaria fui al polivalente y era como que ya sabía que tenía que estudiar eso. Desde que estaba por terminar la primaria ya sabía que era eso», confiesa.

Decidida y entusiasta, Hada optó por estudiar en la Universidad Nacional de La Plata, dejando atrás una primera etapa en Mendoza y aventurándose en una nueva vida. Aunque la adaptación no fue sencilla, Hada encontró en La Plata un hogar lleno de posibilidades.

“Mendoza era una ciudad muy grande… no era mi lugar… pero no me arrepiento para nada. La universidad fue hermosa, las amistades, el lugar me encanta”, expresa con gratitud.

El camino de la transformación y el descubrimiento personal continuó, incluso cuando la pandemia interrumpió su proceso educativo. A pesar de las dificultades, logró presentar su tesis y graduarse, un momento marcado por la emoción y la conexión con sus compañeros.

Hoy, Hada es una figura fundamental en el Museo Fueguino de Arte, el único museo provincial de su tipo. Allí, se dedica a ofrecer talleres y guías, formando la próxima generación de artistas locales, pero también da clases dentro del sistema educativo.

«Tengo cursos de 40 niños… así que ya no soy más la tímida de la escuela», relata con una sonrisa. Además, sus clases abarcan desde los más pequeños hasta los adolescentes, lo que le permite explorar diferentes enfoques pedagógicos y adaptarse a las necesidades de cada grupo.


La enseñanza, que al principio le generaba incertidumbre, se ha convertido en su pasión. “La verdad es que no me imaginaba dando clase, pero cuando empecé me di cuenta que era por acá”, comparte, reflejando su deseo de compartir el amor por el arte con otros.

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