La Asociación de Trabajadores del Estado y el Gobierno provincial sostienen expectativas en torno a la próxima reunión de la mesa paritaria, de la cual se esperan avances en la negociación salarial para los trabajadores estatales de los escalafones seco y húmedo.
Los encuentros tendrán lugar en Tolhuin (miércoles para el sector Seco y jueves para Húmedos) y se acordaron luego de que ATE rechazara la oferta de un aumento del 5% por considerarla insuficiente.
Carlos Margalot, secretario de Finanzas de ATE Río Grande, expresó en ((La 97)) Radio Fueguina la postura del gremio frente a las propuestas planteadas hasta el momento. “Sería la tercera mesa paritaria. Primero el ofrecimiento había sido un 3%, muy bajo y obviamente fue rechazado por los tres sindicatos en la mesa”, explicó, detallando que la segunda oferta de un 5% también fue desestimada por los representantes sindicales.
Asimismo, el gobierno ofreció como alternativa una suma remunerativa de 50.000 pesos para todos los trabajadores, opción que generó opiniones divididas dentro del gremio.
Margalot subrayó que el monto adicional beneficiaría en mayor medida a los empleados de reciente ingreso, pero planteó su preocupación por el impacto negativo que tendría en los trabajadores con más antigüedad, incluyendo a los jubilados. “Repercute más en los nuevos ingresantes, pero achata lo más antiguo, que son los jubilados”, afirmó.
En este sentido, enfatizó que ATE busca incorporar un ítem específico en el recibo de sueldo, con el fin de consolidar el ingreso y evitar que las subas salariales se diluyan con el tiempo. “La idea es no seguir potenciando esa suba y pelear el básico. Pedimos un esfuerzo más al básico acorde a los meses anteriores”, añadió.
Durante las negociaciones, el gremio presentó una contrapropuesta en la que demandan que los aumentos se mantengan en un nivel similar al de los últimos meses, aduciendo que una cifra menor resultaría insuficiente frente al costo de vida actual.
Margalot expresó la desconfianza del sindicato hacia los índices de inflación oficiales, señalando que no reflejan la realidad que experimentan los trabajadores. “Ellos siguen diciendo que ha bajado la inflación, 3.5%, pero todos los que estamos en esa mesa salarial sabemos que no es real”, comentó.
Desde la perspectiva de ATE, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que guían las decisiones salariales en todo el país, no representan de forma fidedigna el nivel inflacionario, lo cual complica las discusiones en la mesa paritaria.
El gremialista fue enfático en su crítica a estos indicadores, calificándolos de “datos mentirosos”. Además, adelantó las previsiones inflacionarias para el próximo año, en torno al 45%, como argumento para justificar la exigencia de un ajuste salarial mayor. “¿Vamos a hablar de paritarias que van a estar rondando el 3.5% cuando uno va al supermercado a comprar algo y sigue aumentando todo? Eso es lo que tratamos de hacer entender a la mesa”, expresó.
El secretario de Finanzas también hizo referencia al enfoque del Gobierno nacional en materia de salarios, al que atribuyó la persistencia en ofertas salariales que califica de insuficientes. “Este presidente que tenemos hoy en día, justamente lo que menos quiere es potenciar o aumentar salario. Vive en su burbuja diciendo que ha bajado todo, pero no es lo que se ve reflejado”, sostuvo en alusión a lo que considera una desconexión entre las políticas nacionales y la realidad de los trabajadores.
Por otro lado, destacó que, en el contexto de las discusiones salariales, el Gobierno provincial también presenta limitaciones presupuestarias que dificultan la posibilidad de otorgar un aumento superior. “Ellos lo que primero hacen es acercar un achicamiento en lo que es el presupuesto a nivel nacional con las provincias. Ese achicamiento se ve reflejado en la parte salarial”, explicó.
Afirmó que esta situación responde a un lineamiento general que busca homogenizar los incrementos en las distintas provincias, aunque criticó esta política por no contemplar las diferencias salariales entre sectores.
El dirigente sindical explicó que, para los empleados públicos, un 5% de aumento tiene un impacto muy distinto que para trabajadores de otros sectores como el petróleo, donde los ingresos son considerablemente más elevados. “No es lo mismo un 5% para quien labura del petróleo, que para un empleado público que el salario mínimo es de 620.000 pesos. No es lo mismo ese 5% que el 5% para una persona que cobra un millón y medio”, argumentó fijando la posición de ATE en cuanto a la necesidad de una revisión acorde a los sectores de menores ingresos.
La próxima reunión entre ATE y el Gobierno provincial en Tolhuin será clave para definir el rumbo de las negociaciones y determinar si se logra un acuerdo satisfactorio para los trabajadores.
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