A lo largo de 2024, el salario docente en Argentina mostró un comportamiento desigual en términos de crecimiento real, con incrementos destacados en algunas provincias y caídas significativas en otras.
En este panorama, Tierra del Fuego ocupa una de las posiciones más desventajosas, con un poder adquisitivo del salario docente que se sitúa un 44% por debajo del de Salta, la provincia con mayor capacidad de compra.
Según datos de la Secretaría de Educación de la Nación, el salario promedio de bolsillo de un docente con 10 años de antigüedad en el país fue de $518.000 en junio de 2024, lo que representó una caída real del 4,8% respecto de diciembre de 2023, al tomar en cuenta el impacto de la inflación.
Sin embargo, los salarios reales evolucionaron de manera disímil entre las provincias. El caso de Chaco, con un aumento real del 31,6%, marca un contraste notable frente a la caída del 27% registrada en Santiago del Estero, que refleja los esfuerzos o las carencias locales para sostener el poder adquisitivo docente en un contexto inflacionario.
Para Tierra del Fuego, los datos exponen una situación compleja. Pese a que los salarios aumentaron en términos nominales, su poder adquisitivo sigue siendo uno de los más bajos del país, solo superando a las provincias de Chubut, Mendoza y Formosa.
En efecto, el salario promedio de los docentes fueguinos se sitúa un 44% por debajo de lo que percibe un maestro en Salta, la provincia que lidera en capacidad de compra del salario docente.
Esta disparidad se explica en parte por la falta de mecanismos de ajuste salarial efectivos que logren equiparar los ingresos de los docentes fueguinos con el costo de vida de la provincia. Salta, por ejemplo, implementó paritarias permanentes y estableció un fondo compensador provincial que reemplazó el Fondo de Incentivo Docente (FONID), lo cual ayudó a mantener el poder adquisitivo de sus salarios casi en línea con la inflación (-0,25%).
Un especialista en planeamiento y financiamiento educativo señaló que mientras algunas provincias tomaron medidas para sostener el impacto del FONID, otras no lograron mitigar la pérdida de este incentivo, lo que se tradujo en una caída del poder adquisitivo mayor al 10% en algunos casos.
En Tierra del Fuego, la situación es particularmente delicada, ya que se trata de una de las jurisdicciones donde el costo de vida es elevado y el salario docente no alcanza para cubrir los mismos bienes y servicios que en otras regiones del país.
La disparidad salarial a nivel nacional refleja, además, diferencias en las políticas provinciales sobre los adicionales, bonificaciones y cláusulas de actualización salarial.
En Chaco, la implementación de un aumento del 52% en el segundo trimestre de 2024 y la incorporación de una cláusula gatillo que ajusta los salarios a la inflación impulsaron el incremento real, mientras que, en provincias como Santiago del Estero y Tierra del Fuego, las políticas no han sido suficientes para mitigar los efectos de la inflación y la pérdida de incentivos nacionales.
La necesidad de un enfoque más equitativo para el sector docente es un reclamo que se ha hecho sentir con fuerza en diversas provincias, incluida Tierra del Fuego.
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