En los últimos meses, la provincia de Tierra del Fuego ha registrado un alarmante aumento de casos de sífilis, una infección de transmisión sexual (ITS) que, según la médica de familia y subresponsable del programa de VIH y ETS de la provincia, Diana Bernal, se ha incrementado entre un 25 y un 30%.
En una reciente entrevista con ((La 97)) Radio Fueguina, la doctora Bernal sostuvo que hay testeos disponibles de Sífilis y VIH en los centros de salud y el hospital siendo que se realizan sin orden médica, son confidenciales, rápidos y sin turnos.
La sífilis, provocada por la bacteria Treponema Pallidum, se transmite principalmente a través de relaciones sexuales sin protección. Sus síntomas iniciales pueden manifestarse como una lesión sin dolor en los genitales, lo que a menudo lleva a la subestimación de la enfermedad.
“Generalmente, esos casos se detectan a través de estudios de testeos rápidos, pero la realidad es que, cuando no hay síntomas molestos, muchas personas evitan consultar”, explica la doctora Bernal.
Este desconocimiento e incluso pudor asociado a las lesiones genitales frecuentemente retrasa la búsqueda de tratamiento, lo que permite que la infección avance sin control. Si no se trata, la sífilis puede progresar a síntomas más severos que afecten a la piel y a otras partes del cuerpo.
El tratamiento disponible y eficaz consiste en la administración de antibióticos, especialmente penicilina vía intramuscular.
El aumento de casos en Tierra del Fuego plantea importantes interrogantes. Según Bernal, “siempre hemos tenido casos de sífilis, pero ahora estamos viendo un aumento significativo”. Esta situación ha sido atribuida, en parte, a la disminución en el uso de métodos de barrera, como los preservativos.
La falta de disponibilidad de preservativos masculinos en el sistema de salud pública contribuye a la proliferación de relaciones sexuales desprotegidas. “La crisis económica ha impactado en el acceso a estos métodos. Aunque tenemos un stock limitado, no es suficiente”, afirma la médica.
En el último periodo, los datos han mostrado que los casos se concentran principalmente en la franja etaria de 15 a 38 años, siendo las mujeres quienes suelen buscar atención médica con más frecuencia que los hombres.
“Esto puede provocar un sesgo en los datos que tenemos sobre la población masculina, ya que ellos no tienden a consultar tanto”, detalla Bernal.
Un aspecto crucial del aumento de casos es el riesgo para las mujeres embarazadas. Si una mujer portadora de sífilis no recibe tratamiento, puede transmitir la infección al feto, lo cual puede llevar a serias complicaciones en el recién nacido. Por ello, el control de la salud sexual y la planificación familiar se convierte en una prioridad.
“Es fundamental que las personas tengan información de calidad sobre la prevención de ITS. No todas las fuentes de información son confiables, y necesitamos garantizar que la población tenga acceso a datos verídicos”, explica, resaltando además que la crisis económica ha favorecido el aumento de la enfermedad debido a los costos de los preservativos.
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