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Inclusión

Los viernes se brinda un espacio de aprendizaje para personas con discapacidad visual

La iniciativa busca enseñar el uso de tecnologías accesibles, como el braille y los lectores de pantalla. José Ramírez, secretario de la asociación “Un minuto para ver”, compartió detalles sobre estos talleres en ((La 97)) Radio Fueguina. 

En un esfuerzo por fomentar la inclusión y el acceso a la tecnología, la Biblioteca Eduardo Smith de Río Grande y la asociación “Un minuto para ver” lanzan una serie de talleres gratuitos que se llevan a cabo todos los viernes desde las 15.30 hasta las 18hs. 

Estos encuentros están diseñados para guiar a las personas con discapacidad visual en el uso de aplicaciones tecnológicas que facilitan su vida diaria. La iniciativa, impulsada en colaboración con la asociación “Un minuto para ver”, busca derribar barreras y proporcionar las herramientas necesarias para que más personas puedan integrarse y utilizar la tecnología de manera efectiva.

En conversación con ((La 97)) Radio Fueguina, José Ramírez, secretario de la asociación, explicó que “nosotros, en realidad, venimos trabajando hace un tiempo largo, y el año pasado decidimos asociarnos con la biblioteca para hacer un recorrido donde partimos del braille. Hacemos hincapié en tres aspectos fundamentales: el braille, los lectores de pantalla en computadoras y el uso de teléfonos celulares. La idea es que estas herramientas sean accesibles y no requieran grandes inversiones”.

El braille, una herramienta crucial desde su invención en el siglo XIX, sigue siendo un punto de partida esencial para las personas con discapacidad visual. Sin embargo, Ramírez subraya que, aunque han habido avances significativos, aún queda mucho por mejorar en el ámbito de la accesibilidad. “Hay otras innovaciones como la inteligencia artificial que han avanzado considerablemente, pero nuestro enfoque es ir paso a paso para asegurarnos de que todos puedan seguirle el ritmo,” explicó.

Durante los talleres, los participantes aprenden a manejar lectores de pantalla, que son softwares que convierten texto en audio, permitiendo así que las personas ciegas o con baja visión interactúen con computadoras y otros dispositivos. 

Ramírez destacó la importancia de la práctica y la constancia en este aprendizaje, ya que el uso de estos programas implica familiarizarse con una serie de comandos específicos.

Sin embargo, a pesar de la relevancia de la actividad, Ramírez expresó su sorpresa por la baja participación en los talleres. “Creíamos que iban a acercarse más personas, pero hemos notado que son pocos los que vienen. Muchos desconocen que estas herramientas existen, y otros piensan que son demasiado costosas o complicadas, cuando en realidad, muchas de ellas ya vienen preinstaladas en los dispositivos”, comentó.

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