Publicado en

Argentina sufrió, pero le ganó a Holanda en el suplementario

El seleccionado argentino, que este sábado venció 2 a 1 a Holanda, el martes enfrentará al equipo verdeamarillo, en un encuentro que ha despertado singular interés

El partido se jugó en un repleto estadio Olímpico de Beijing, encuentro que tuvo la presencia del mejor futbolista de todos los tiempos, Diego Armando Maradona.< ?xml:namespace prefix = o ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:office" />

Ahora el seleccionado argentino enfrentará, en Beijing, el próximo martes a Brasil, por una de las semifinales el torneo olímpico. Los dirigidos por Dunga hoy vencieron < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />2 a 0 a Camerún.

Otra vez el seleccionado argentino no pudo brillar ni redondear una gran actuación, pero el triunfo termina siendo justo porque fue el que siempre buscó ganar, aún cuando no le salían bien las cosas.

En estos tiempos el fútbol se transformó en el juego de los miedos, y los técnicos de Argentina y Holanda lo demostraron en la conformación de los equipos, en los que cambiaron para atacar menos y defender más.

Pero en ese juego el que menos salió a arriesgar desde el comienzo fue la “ex Naranja Mecánica”, que sólo le queda el color de otros tiempos, porque el fútbol lo perdió en el laboratorio de los entrenadores, supuestos revolucionarios, como Lois Van Gaal, que le sacaron la espontaneidad a sus jugadores y eso se notó en estos chicos que dirige Fope De Haan.

A los ocho minutos, luego de sufrir un sofocón de parte de los holandeses, el seleccionado argentino comenzó a generar situaciones de gol, de la mano de sus dos mejores jugadores, Juan Román Riquelme y Lionel Messi, quienes luego de hacer una “pared” terminaron la jugada con el astro del Barcelona gambeteando al arquero, pero salvó un defensor sobre la línea.

A partir de ahí fue todo de Argentina. Lo tuvo Sergio Agüero, quien ni con el apoyo de su suegro, Diego Maradona, se puede amigar con la pelota, más allá de que levantó su nivel, pero definió desviado y Angel Di María, con un remate fuerte, casi le arranca el pecho al arquero holandés.

Todos los presentes en el estadio olímpico de Shanghai tenían la sensación de que Argentina se pondría rápido arriba en el marcador y no se equivocaron, porque luego de un largo pelotazo la pelota le quedó a Messi entre los centrales, les ganó la posición, enfrentó al arquero, lo gambeteó como en la jugada anterior, pero esta vez tuvo tiempo para mirar y enviar la pelota al fondo de la red.

La cancha explotó, porque el gol lo hizo Messi, porque Messi es argentino y porque Diego Maradona se paró a gritarlo como un hincha más, sabiendo que no es uno más.

Los holandeses sintieron el impacto del gol argentino porque salieron preparados para aguantar y enseguida tuvieron que cambiar todo lo que habían planteado para este partido.

Por eso poco cambió en el juego, porque los de Batista siguieron buscando, después del tanto sin tanta profundidad, y Holanda chocando con su impotencia.

Pero el fútbol tiene cosas impensadas y cuando menos lo merecían los holandeses llegaron al empate, ante la sorpresa de todo el estadio.

A la salida de un tiro libre le quedó un rebote a Evander Son, quien remató al arco pero Javier Mascherano arrojándose al piso evitó que la pelota fuera al arco pero con tanta mala suerte que le quedó servido el gol a Otman Bakkal, quien definió sin problemas ante un irresoluto Oscar Ustari, quien miró, como ante Costa de Marfil, como le empataban.

Así se fueron al descanso y a los dos minutos y medio del segundo tiempo el jugador más vertical de este equipo, Fernando Gago, le sirvió el gol a Agüero, quien solo con el arquero tiró la pelota afuera, pero al menos se mostraba con ganas, y minutos después tuvo de cabeza el segundo, de cabeza, pero la pelota se fue rozando el palo derecho del arquero.

El calor y la humedad aplacaron las ansias de los dos equipos y por eso el segundo tiempo se transformó en un partido ordinario por donde se lo mire, con algunas sutilizas de Messi, algún cambio de frente de Javier Mascherano, pero nada más. Ya ninguno hacía mucho para ganar.

Llegando a los 30 minutos del segundo tiempo se tuvo que ir lesionado Ustari, con un claro desgarro, y fue reemplazado por Sergio Romero, quien no estaba calentando junto al resto de los suplentes.

A esa altura ya Argentina, además de estar parada en la cancha, jugaba decididamente mal, dependiendo más que nunca puramente de lo que pudieran inventar alguna de sus individualidades.

Para colmo los holandeses tuvieron una situación clara para que quedarse con el partido, a tres minutos del final, en los pies de Royston Drenthe, quien falló en el mano a mano con Romero.

Al final tuvo el triunfo Messi, luego de una gran jugada personal, pero el arquero Vermeer se quedó con el grito del argentino y por eso tuvieron que ir al alargue para definir al ganador del partido.

En el arranque del tiempo suplementario otra vez Agüero tuvo el gol, pero otra vez falló con el arquero holandés, que se hizo un “pic-nic” con el Kun.

Y cuando el aire ya no le sobraba a ninguno apareció el talento de Messi para habilitar de manera magistral a Di María, quien no falló en el mano a mano con el arquero, marcando el segundo gol del partido, el que le dio la victoria Argentina y el que provocó que el martes que viene se juegue el clásico más importante, en estos tiempos, del fútbol mundial en la ciudad de Beijing.

Actuación individual y síntesis del partido Argentina-Holanda.

Oscar Ustari (4): No mostró seguridad y por más que no tuvo la culpa del gol tampoco hizo nada para intentar evitarlo. Salió lesionado.

Pablo Zabaleta (6): Tuvo actitud y decisión para ir al ataque, marcó bien. Cumplió.

Ezequiel Garay (5): Peleó, luchó, perdió y ganó. No tuvo mayores problemas.

Nicolás Pareja (6): Se mostró firme y sino tiene más puntaje es porque junto a toda la defensa se “durmió” en el gol de Holanda.

Luciano Monzón (5): Mejoró respecto de los otros partidos, pero todavía tiene que terminar bien las jugadas cuando ataca.

Javier Mascherano (7): Sacrificio, paciencia, lucha solitaria por momentos y esta vez le agregó claridad y entendió el juego, el de abrir siempre las puntas.

Fernando Gago (6): Aportó claridad, quite y despliegue pero no jugó como en los otros partidos.

Angel Di María (7): Cuando le tocó entrar desde el banco de suplentes lo hizo mejor. Perdió sorpresa pero no desentonó

Juan Román Riquelme (6): No participó mucho del juego, pero le dio un gol a Agüero, otro a Messi y con algunos toques sutiles le alcanzan para diferenciarse del resto.

Lionel Messi (8): Es diferente siempre, hasta cuando no está en su mejor noche. Se lo notó muy cansando pero igual siempre que pudo encaró y generó peligro.

Sergio Agüero (4): Por lo menos tuvo situaciones de gol, pero sigue peleado con el arco y con su fútbol.

Sergio Romero (6): No tuvo trabajo.

Síntesis

ARGENTINA: Oscar Ustari (4); Pablo Zabaleta (6), Ezequiel Garay (5), Nicolás Pareja (6) y Luciano Monzón (5); Javier Mascherano (7), Fernando Gago (6) y Angel Di María (7); Juan Román Riquelme (6); Lionel Messi (8) y Sergio Agüero (4). DT: Sergio Batista.

HOLANDA: Kenneth Vermeer (6); Gianni Zuiverloon (6), Calvin Jong-A-Ping (5), Dirk Marcellis (6) y Erik Pieters (5); Urby Emanuelson (5), Jonathan De Guzmán (5), Royston Drenthe (7) y Otman Bakkal (6); Evander Sno (4) y Ryan Babel (6). DT: Foppe De Haan.

Goles en el primer tiempo: 13’ Lionel Messi (A) y 34’ Otman Bakkal (H).

Gol en el primer tiempo suplementario: 15’ Angel Di María (A).

Cambios en el segundo tiempo: en el inicio Hedwiges Maduro (6) por Sno (H) y 30’ Sergio Romero por Ustari (A).

Cambios en el tiempo suplementario: 6’ Roy Beerens por Drenthe (H), 9’ Ezequiel Lavezzi por Agüero (A).

Cambios en el segundo tiempo suplementario: en el inicio Ever Banega por Di María (A) y 17’ Gerald Sibon por Jong-A-Pin (H).

Arbitro: Jair Marrufo (Estados Unidos).

Cancha: Estadio Olímpico de Shanghai.

La noche que Messi fue más que Maradona

Diego Armando Maradona no se puede comparar con nadie, pero en la actualidad, al menos en estas tierras, la popularidad de Lionel Messi supera todo lo imaginable, al punto de opacar en el reconocimiento del público al mejor jugador de todos los tiempos.

“Meixi, Meixi”, gritaron en Beijing y gritan en Shanghai. “Diego, Diego”, también se escuchó fuerte en el día en que Argentina y Holanda jugaron por los cuartos de final.

Cuando la gente reconoció a Maradona lo saludó, empezando por los argentinos y con el acompañamiento del pueblo de Shanghai, que claramente se mostró siempre del lado de los de celeste y blanco.

Pero el reconocimiento a Messi fue superior. No importó el tatuaje de Mao de Diego, ni su historia, ni sus inolvidables goles, ni ser, nada más y nada menos, que el mejor jugador de todos los tiempos.

Lo de Messi pasarán los días en China y no dejará de sorprender, porque es como si fuese Yao Ming, recibe el mismo apoyo, el mismo cariño y la misma idolatría.

No es sencillo explicar para nadie lo que se vive cada vez que Messi aparece en público en China, ya sea en Shanghai, como en la corta estadía anterior en Beijing.

Y esta vez frente a él tuvo a Maradona, como para realizar la odiosa comparación, pero inevitable, porque uno fue el más grande u otro va camino a hacer historia.

Igualmente Messi tuvo ventaja, porque tuvo el apoyo, el saludo y el aliento justamente de un espectador que no fue uno más en la noche de Shanghai y ese fue el propio Maradona.

Diego, cuando Messi convirtió el primer gol del partido, se levantó de su asiento para gritar y aplaudir la sencillez con la que el astro del Barcelona desparramó al arquero y para tener tiempo en lugar donde todos se apresuran.

Es que Maradona sabe que esa definición, que no fue la más espectacular de la corta carrera de Messi, no es para cualquiera, está reservada sólo para unos pocos elegidos.

Tanta es la adoración por Messi en China, que cuando el árbitro estadounidense Jair Marrufo lo amonestó en forma correcta lo silbó toda la cancha, como si hubiera cometido un error gravísimo.

Recién cuando Messi gambeteó hizo una jugada de otro partido, después de un exquisito pase de Riquelme, se levantó la cancha otra vez. Y también hizo lo mismo Diego desde la platea.

Pero Messi en esta noche de Shanghai, en la mañana de Argentina, pese a ser el mejor del equipo de Sergio Batista por escándalo, por más que algunos remarcan la lucha y la entrega de otros compañeros,

Con el correr de los minutos del partido entre el calor, la humedad y el verdadero “bodrio” que brindaban desde campo de juego los ánimos se aplacaron y a Maradona y a Messi los cambiaron en un abrir y cerrar de ojos por la ya “insoportable ola mexicana”.

Pero sobre el final Messi frotó la lámpara, le sirvió el gol a Di María para que Argentina gane, juegue con Brasil el martes que viene y para acrecentar la idolatría que tienen en China para con él. La misma que debe sentir Maradona.

«Se viene el partido que todos quieren ganar»

Juan Román Riquelme expresó hoy que el choque del próximo martes ante Brasil “es el partido que todos los argentinos quieren ganar” y comentó que si se confirma el desgarro de Oscar Ustari les gustaría ganar la medalla de oro para dedicársela al arquero.

“El partido del martes que viene es una final más, es el partido que todos quieren ganar y haremos todo lo posible para darle una alegría a la gente”, señaló Riquelme.

Al volante de Boca le tocó por segunda vez el control antidoping y por segunda vez dejó el estadio Olímpico de Shanghai ya entrada la madrugada, quedándose solo en la cancha, con la gente de AFA, y los periodistas argentinos acreditados para los Juegos Olímpicos.

Sobre el partido ante Holanda el talentoso diez de Boca, quien pese a que jugó más parado que de costumbre, con dos o tres toques siempre hace algo distinto, aseguró que sabían que les iba a costar.

“Holanda es un rival muy complicado, algo que todos lo saben. Se nos complicó porque nos empataron cuando estábamos haciendo bien las cosas pero por suerte pudimos conseguir el resultado que queríamos”, apuntó Riquelme.

La alegría de los jugadores argentinos estaba un poco opacada por la lesión que sufrió Oscar Ustari, quien todo indica que está desgarrado y que se perderá los partidos que le quedan a Argentina en estos Juegos Olímpicos, que serán dos, gane o pierda con Brasil, porque si supera a los de Dunga peleará por la medalla de oro y si pierde lo hará por la de bronce.

“Seguramente que sería muy lindo poder dedicarle la medalla de oro, algo que también queremos conseguir por nosotros mismos y es lo que soñamos todos”, aseveró Riquelme.

“Estamos bien y mentalizados en cual es el objetivo, ya es muy importante llegar a una semifinal pero nosotros no nos conformamos y siempre buscamos los mejor”, agregó.

El plantel argentino se revolucionó hoy cerca del mediodía cuando llegó a Shanghai Diego Maradona, quien almorzó con los jugadores y habló con varios de ellos.

“Uno está muy contento de poder estar cerca de Diego y me pone feliz que esté acá. Todos saben que hay un cariño especial y es positivo poder compartir algo con él y que esté acompañando al grupo”, destacó.

Batista: «En Brasil deben estar preocupados como nosotros»

El técnico de la Selección Sub-20 se refirió al partido que enfrentará a ambos equipos el martes. Aunque admitió estar preocupado, se mostró confiado en poder seguir avanzando en el sueño que tienen, que es el de de ganar la medalla de oro.

En una conferencia de prensa que tuvo ribetes desopilantes, al punto que uno de los traductores literalmente inventó una respuesta que el técnico nunca dio, Batista se mostró feliz por la victoria ante Holanda y ya se palpita el clásico que se viene ante Brasil.

“Primero vamos a ver los videos para ver como juega Brasil y después sacaremos las conclusiones. Los respetamos mucho, como ellos a nosotros. Yo creo que deben estar preocupados por enfrentar a Argentina, como nosotros también lo estamos”, comentó Batista en conferencia de prensa.

Argentina y Brasil llegarán de la misma manera a esta partido del próximo martes, porque los dos tuvieron muchos desgaste, ambos jugaron 120 minutos y el clima será otro de los rivales a vences para los dos equipos.

“Los dos tuvimos el mismo desgaste, 120 minutos largos de partidos y el que mejor esté será el que pase a la final. Nosotros vinimos a los Juegos Olímpicos a ganar una medalla y esperemos poder lograrlo”, explicó.

La cara de satisfacción de Batista en la conferencia de prensa el técnico no la podía evitar y tanta fue la alegría que ni él ni nadie dijo nada cuando el traductor chino le inventó una respuesta.

Batista estaba hablando sobre el partido de hoy, el planteo táctico y el traductor chino, el mismo que acompaña todos los días a la delegación nacional, comenzó a hablar sobre Sergio Agüero y Ezequiel Lavezzi, en una situación que rozó lo grotesco.

Lo más grave es que nadie todos se dieron cuenta cuando nombró los apellidos de los jugadores, que Batista nunca había nombrado.

En ese momento Batista buscó que alguien le diera alguna señal sobre lo que estaba diciendo el chino, pero era imposible decirle al técnico que estaba diciendo, aunque se cree, no con certeza, que ninguna barbaridad.

“¿Qué dijiste?”, le preguntó frente a Télam Batista al traductor chino, en el momento que se estaba dando en inglés los comentarios del técnico, pero no tuvo respuesta porque enseguida llegó la pregunta siguiente.

Tanta era la felicidad que este tema pasó de largo, algo que no hubiera ocurrido si el seleccionado argentino quedaba eliminado de los Juegos Olímpicos.

“Por suerte hoy conseguimos un triunfo importante, creamos muchas situaciones de gol que no pudimos concretar, pero creo que fuimos superiores. Se hizo difícil pero estoy contento y conforme con el rendimiento del equipo”, subrayó el técnico.

Cuando Télam consultó a Batista sobre si le había sorprendido el esquema mezquino de Holanda, que claramente traicionó sus forma de jugar, el técnico dijo que “a medias”.

“La verdad es que me sorprendió que Holanda haya cambiando el esquema, aunque no te sorprende tanto porque todos los equipos salen a defenderse contra Argentina, por lo tanto, a medias sorprendió”, sentenció.

“Argentina fue el que más buscó y por eso gané. Es muy difícil cuando se ponen los once jugadores detrás de la mitad de la cancha como hizo Holanda. Además, hay factores que no permiten juguemos como pretendemos, como el clima, que es muy pesado y perjudica al que hace todo el desgaste”, agregó.

Finalmente el entrenador se refirió a la lesión de Oscar Ustari, que más allá del parte oficial, se tuvo que retirar claramente desgarrado, sino hubiera esperado seguir atajando.

“Para nosotros Ustari es un jugador muy importante, sentimos mucho la lesión aunque todavía no sabemos bien que tiene. Oscar es importante a la hora de jugar y también para el grupo”, concluyó.

Fuente: Telam