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Crisis laboral

Para el gremio, Textil Río Grande ya no abrirá sus puertas

El secretario Adjunto de la AOT aventuró que la empresa ya no abrirá sus puertas, que por el momento están cerradas, mientras los 36 trabajadores que no se adhirieron al retiro voluntario siguen sin cobrar y esperan una solución.

La situación en la que se encuentran los trabajadores de la empresa Textil Río Grande genera una profunda preocupación dentro del gremio. La empresa, que mantiene sus puertas cerradas, enfrenta un escenario crítico que pone en riesgo el sustento de 36 trabajadores que no se adhirieron al retiro voluntario ofrecido previamente. A pesar de las gestiones realizadas por el sindicato, los empleados continúan sin recibir sus salarios, lo que provoca una situación definida como de “desesperanza y agotamiento” entre los afectados.

Diego Abregó, secretario Adjunto de la Asociación Obrera de Textiles (AOT), expresó en ((La 97)) Radio Fueguina su escepticismo sobre la reapertura de la empresa en los próximos meses, aludiendo a la complicada situación financiera y a la falta de ventas. «Si vos me preguntás a mí si esa empresa abre de acá a unos dos o tres meses, yo creo que no va a abrir. Por la situación en la que está, por el tema de las ventas y eso», afirmó Abregó, reflejando la incertidumbre que envuelve a la planta textil.

Asimismo, el dirigente gremial subrayó la necesidad de que, en caso de que la empresa no retome sus actividades, se cumpla con las indemnizaciones completas a los trabajadores dentro de un plazo razonable. «Que haga lo que corresponde y pague las indemnizaciones completas y en lo posible en dos o tres meses», enfatizó.

En el contexto de esta crisis, el gremio intenta buscar soluciones a través del Ministerio de Trabajo, pero los avances han sido escasos. Abregó detalló que, a pesar de una denuncia presentada ante la cartera laboral, la empresa se ausentó de las audiencias convocadas para resolver el conflicto, lo que obligó a solicitar una nueva reunión de urgencia. «El día viernes se ausentó la empresa, entonces se pidió otra audiencia de suma urgencia para este lunes, vía Zoom», explicó, resaltando la falta de voluntad de la empresa para resolver la situación. Además, denunció que la empresa no contaba con representación legal disponible para asistir a estas reuniones, lo que agudiza el conflicto.

El gremialista también se refirió a las complicaciones adicionales que enfrentan los trabajadores que optaron por el retiro voluntario. De los 56 trabajadores iniciales, 20 ya aceptaron esta opción debido a la situación económica apremiante, aunque el acuerdo propuesto por la empresa dista mucho de ser favorable. Según dijo, «los retiros voluntarios durante todo el año por lo que sabemos los están pagando en doce y en dieciocho cuotas», y añadió que los montos ofrecidos corresponden a un 60% de la indemnización total, pagados en cuotas que no garantizan el sustento a largo plazo. La alternativa que tienen aquellos que decidan no aceptar estas condiciones es iniciar acciones legales, un proceso que, según Abregó, podría extenderse hasta cinco años.

Los trabajadores que aún permanecen en la empresa enfrentan una situación de extrema incertidumbre. «Es desesperanza y agotamiento, lo que es estar en una carpa cinco meses sin cobrar, pero hoy la situación es tan diferente al 2020», expresó Abregó, reflejando el desgaste emocional y físico que ha provocado esta crisis. La imposibilidad de obtener un ingreso seguro ha llevado a muchos de ellos a buscar trabajos temporales para sostener a sus familias, mientras se aferran a la esperanza de que se encuentre una solución justa y rápida a su situación.

En medio de este panorama, el gremio no exime a la empresa de su responsabilidad. Aunque reconoció que la falta de ventas ha agravado la situación financiera de la firma, Abregó fue claro al afirmar que «la situación del país no quiere decir que reconozcamos que recaiga sobre el trabajador el problema que tienen ellos financieros». Insistió en que la empresa debe cumplir con sus obligaciones, ya sea mediante el pago de indemnizaciones o a través de la venta de activos si es necesario.

Ante la gravedad de la situación, se solicitó una nueva audiencia urgente en el Ministerio de Trabajo para este miércoles, en la cual se espera que la empresa se presente y se aborden de manera definitiva las deudas salariales y las condiciones laborales de los trabajadores. «La conveniencia es que, primero, se pongan a producir y que haya trabajo. Pero como no hay, entonces que paguen los salarios como tiene que ser», demandó Diego Abregó, subrayando que los trabajadores han manifestado su disposición para retomar sus labores, pero que la falta de oportunidades laborales ha hecho que la situación sea insostenible.

El futuro de Textil Río Grande y de sus trabajadores pende de un hilo, y la falta de respuestas por parte de la empresa solo contribuye a agravar la incertidumbre. La comunidad laboral espera que las autoridades intervengan con mayor firmeza y que se logre un acuerdo que permita a los trabajadores recibir lo que les corresponde por años de esfuerzo. Mientras tanto, la incertidumbre y el temor a un desenlace desfavorable continúan siendo una realidad diaria para los empleados de la planta.

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