La fábrica textil Río Grande no abrió sus puertas esta mañana, confirmando el cese de la vinculación laboral anunciado previamente. La noticia generó profunda incertidumbre entre los trabajadores, quienes se presentaron frente a la planta y posteriormente se dirigieron al correo para enviar los telegramas correspondientes.
Walter Hernández, delegado de los trabajadores de Textil Río Grande, explicó la situación en una entrevista con ((La 97)) Radio Fueguina: “La situación hoy es más crítica de lo que venimos atravesando desde enero. Veníamos con una suspensión del 75% de sueldo neto, ayer hemos tenido una audiencia en el Ministerio con la apoderada y el abogado de la empresa y nos han informado que de la empresa textil Río Grande se cortaba todo tipo de pago, no iban a renovar más acuerdos y quedamos a disposición de lo que queramos hacer”.
La fábrica había estado operando de manera limitada desde diciembre, vendiendo el stock existente en Buenos Aires para cubrir los salarios. Sin embargo, según Hernández, la empresa había advertido que eventualmente los pagos se interrumpirían. “Si bien nosotros ya veníamos con una suspensión desde enero, sabíamos que esto en algún momento podía pasar, porque la fábrica ya venía informando que en algún momento los pagos se iban a cortar ya que no produce la fábrica prácticamente desde diciembre”, detalló.
Los trabajadores, unos 55 en total, se encuentran en una situación de incertidumbre. Algunos han optado por el retiro voluntario, pero muchos sospechan que la empresa podría estar utilizando esta medida para reducir su plantilla. “Si bien los retiros voluntarios siguen vigentes, creemos que también puede ser una jugada, por supuesto de la empresa para que la gente se desvincule”, afirmó Hernández.
La respuesta de los empleados ha sido unificada y decidida. “Como delegados de la empresa, en conjunto con el gremio, ahora accionaremos de manera legal mandando los telegramas correspondientes. Hoy nos presentamos en la empresa, ya que venció el acuerdo y las puertas de la empresa están cerradas”, comentó Hernández. Añadió que el personal de recursos humanos no asistió a trabajar, lo que complicó aún más la situación.
La fábrica, que había estado sosteniendo sus operaciones de manera precaria, llegó al punto crítico de no poder continuar con los pagos. “Quizás fue una manera de dilatar esto con el 75% que nosotros habíamos arreglado. Lamentablemente llegó el día que nos informaron ayer en el Ministerio en la audiencia que se cortaba todo tipo de pagos y que la fábrica no iba a poder seguir sosteniendo la suspensión”, explicó el delegado.
Walter Hernández también señaló que un total de 67 de sus compañeros ya habían arreglado su desvinculación desde el comienzo de la suspensión en enero. La preocupación principal ahora es el futuro de los trabajadores restantes y el destino de la empresa. “Lamentablemente estamos en esta situación hoy que no sabemos qué va a pasar con los trabajadores ni tampoco con la empresa”, expresó.
La próxima semana será crucial para determinar los pasos a seguir y evaluar la respuesta tanto de la empresa como del Ministerio. Los trabajadores permanecen en estado de alerta y continúan luchando por sus derechos laborales en un contexto de crisis del sector.
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