Una preocupante situación se vive en el ámbito de salud, ya que en los últimos años creció el número de pacientes con diabetes tipo 2. «Antes era común a los 45 años, hoy en día tenemos pacientes de 13 años con este tipo de diabetes», sostuvo la diabetóloga Ana Parada, en diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina.
En este sentido, añadió que la situación es propia de una enfermedad genética. Sin embargo que aparezca en los menores de 13 años, dependerá de hábitos modificables, tales como cuidar el peso, hacer actividad física, no tomar gaseosas, reducir los azúcares y alimentos con harinas.
A nivel general, los adolescentes que serán diabéticos en el futuro, suelen presentar manchas oscuras alrededor del cuello y axilas, producto de la insulina resistencia. «Las madres piensan que es por falta de higiene, pero es una cuestión hormonal. Nosotros tenemos que hacer análisis para medicarlos, y que en un futuro no aparezca la diabetes», explicó la profesional. «La diabetes tipo 2 es hereditaria. La tipo 1, es exclusivamente de niños, y desde el inicio de la enfermedad y son inulinos dependiente», agregó.
En relación a los tratamientos y cuidados propios de la enfermedad, resaltó que a los pacientes se les dificulta adaptarse con la alimentación. «El paciente sabe qué puede comer, qué no y qué puede ingerir en cantidades mínimas. Cuando me comentan que se van de viaje y no se cuidarán, yo les recalco que la enfermedad no se toma vacaciones, para que tengan presentes que se tienen que cuidar siempre«, indicó en el programa radial «Tarde a Tarde».
En este sentido, hizo foco en lo «traicionera que es la enfermedad», ya que al momento de no cuidarse como debe, «el paciente no tiene dolores. No siente nada, pero con los años, la diabetes comienza a pasar factura en los ojos, riñones, piernas, corazón. Éstas son complicaciones crónicas que no son reversibles. Quedarán por el resto de la vida», aseveró.
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