Cuando los trabajadores de la agencia de noticias Télam cerraban la edición de este domingo, la Policía de la Ciudad valló las dos oficinas que tiene el medio periodístico en la ciudad de Buenos Aires.
“El Gobierno nacional está llevando adelante uno de los peores ataques a la libertad de expresión en los últimos 40 años de democracia. Esta noche (por ayer), los efectivos vallaron los dos edificios para evitar el masivo abrazo e impedir el acceso [de los trabajadores]”, denunció el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) en un comunicado difundido por la red social X.
Además, en la madrugada de este lunes, los empleados comenzaron a recibir en sus casillas de mail un correo electrónico en los que se los dispensa de prestar su trabajo durante siete días, plazo que comenzó a correr desde el domingo. La nota institucional está firmada por el interventor Diego Chaher.
Este mediodía se realizará un abrazo simbólico en defensa de la agencia de noticias, cuyo cierre fue anunciado el viernes por el presidente Javier Milei durante su discurso de apertura de sesiones ordinarias ante la Asamblea Legislativa. El mandatario argumentó entonces que Télam “fue utilizada durante las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”.
Como parte de la decisión del Gobierno nacional, el sitio web de Télam está caído. “Página en reconstrucción”, reza la leyenda. En la agencia trabajan alrededor de 700 personas, entre periodistas, fotógrafos y administrativos. Hay unas 27 corresponsalías con cerca de 50 cronistas y fotoreporteros.
Esta medida de vallar las oficinas tomó de sorpresa a algunos de los empleados, porque si bien el Presidente había hecho pública su intención de cerrar el organismo desde el viernes no hubo otra información al respecto, contó un cronista de la agencia. “No hay desvinculación de hecho aún. Tengo esperanzas porque el escenario está todavía abierto”, agregó el hombre con vasta experiencia en ese medio.
Carla Gaudensi, secretaria adjunta de SiPreBa y trabajadora de Télam, es una de las pocas personas que actualmente se encuentra dentro de la redacción de la agencia. “Pude ingresar cuando los compañeros que estaban cumpliendo sus tareas en la noche de ayer nos avisaron que estaban vallando el edificio”. Dijo que muchos de los empleados se estaban enterando ahora mismo de lo sucedido.
“Es una situación de violencia. La agencia pasó por distintos gobierno y distintas administraciones. Los trabajadores vemos que es un ataque a la libertad de expresión, cosa que no nos sorprende porque es absolutamente autoritario como todo lo que se viene dando en los anuncios del Presidente”, se explayó Gaudensi, quien calificó este hecho de “ilegalidad, porque no puede cerrarse si no es por ley”.
Fuente: La Nación
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