El rompehielos Almirante Irízar completó el abastecimiento y el relevo de personal de la base antártica Belgrano II, la más austral de Argentina en la Antártida y la más cercana al Polo sur construida sobre tierra firme, informó hoy la Armada Argentina.
La maniobra demandó ocho jornadas de trabajo en la que los dos helicópteros Sea King que forman parte de la dotación del buque debieron trasladar cargas y personal en vuelos constantes para cubrir cerca de 20 kilómetros de distancia entre Belgrano II y el punto en el que el rompehielos embicó (se apoyó) sobre el mar congelado.
La operación forma parte de la campaña antártica de verano que cada año coordina el Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) de las Fuerzas Armadas para sostener el funcionamiento de las trece bases que Argentina opera en el continente blanco.
La ubicación geográfica de Belgrano II, a unos 1.300 kilómetros del Polo Sur, vuelve su abastecimiento una de las operaciones más importantes de cada campaña antártica, porque el rompehielos debe aprovechar una ventana de oportunidad de algunas semanas durante en el verano en las que las corrientes del mar de Weddell separan los hielos de la costa y se forma un canal que le permite acercarse a ese emplazamiento casi inaccesible durante el resto del año.
El «Irízar» había embicado en cercanías del Belgrano II el viernes 16 de febrero, después de navegar entre bloques de hielo y témpanos en el Mar de Weddell, y durante ocho jornadas los dos helicópteros tuvieron a su cargo el traslado de carga general, gasoil antártico, material científico y la retirada de residuos.
En la estación funciona el laboratorio científico Belgrano (LABEL), perteneciente al Instituto Antártico Argentino, donde se llevan a cabo estudios de ozono, magnetismo, meteorología, glaciología, biología terrestre, geodesia y sismología. Durante los períodos de oscuridad, la latitud de la base facilita el estudio de las auroras polares, que poseen un gran interés para la ciencia.
Entre las cargas desplegadas en esa base se encuentra el nuevo refugio «Doctor René Favaloro», que será instalado a 450 kilómetros de Belgrano II sobre un Nunatak (afloramiento rocoso que emerge del hielo) para funcionar como punto de apoyo logístico que además pueda proporcionar un refugio seguro y bien abastecido para hasta 4 científicos.
Con una fecha estimada de instalación para septiembre de 2024, el refugio Favaloro se prepara para escribir un nuevo capítulo en la exploración antártica Argentina.
El teniente primero Iván Esquivel, segundo comandante de Belgrano II, expresó: «Era un sueño llegar a ir a la Antártida Argentina, y sumado a estas tareas impuestas, generan un sentido de pertenencia. Día a día uno siente la soberanía y el amor a la Patria que genera llevar a cabo esto».
«No me imaginaba una expedición así, pero desde el día uno venimos trabajando con muchas ganas y mucha ilusión para que podamos concretar el sueño de ser parte de este proyecto y poder marcar una ruta que sea para las futuras expediciones», concluyó.
Además, el proyecto de hidroponía en Belgrano II, inaugura una nueva era en la producción de alimentos en un lugar tan austral, al introducir técnicas innovadoras para cultivar hojas verdes y hortalizas en condiciones extremas.
Con la capacidad de proporcionar alimentos frescos y nutritivos en un plazo de un mes, utilizando la energía solar en un espacio reducido, la hidroponía representa un avance crucial en la autonomía alimentaria de la base.
Esta iniciativa se suma a la de otras bases antárticas que ya cuentan con este sistema pionero como Marambio y Esperanza, lo cual demuestra el compromiso de Argentina con la investigación científica y el bienestar de su personal en la región más austral del planeta.
Inaugurada el 5 de febrero de 1979, la Base Antártica Conjunta Belgrano II se encuentra sobre el Nunatak Bertrab en la Bahía Vahsel, al sur del Mar de Weddell, situada a aproximadamente 1.300 kilómetros del Polo Sur, experimenta meses de completa luz solar y otros de noche polar.
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