La potencial eliminación de la ley que estableció el beneficio de “Zona Fría” para Tierra del Fuego, y otras regiones del país, acompañado del incremento tarifario que comenzará a aplicarse a partir de febrero podría llegar a ocasionar un aumento superior al 1000% en el costo del servicio de gas residencial.
Según cálculos realizados por la Senadora fueguina Cristina López, un hogar en Tierra del Fuego pasaría de pagar los $10.000 actuales a $140.000 pesos. Asimismo, en el caso de las pequeñas y medianas empresas que abonan unos 500.000 pesos, la tarifa se dispararía a 2.000.000 de pesos.
Cabe recordar que el cambio que introdujo el Gobierno nacional en el artículo 292 del proyecto de ley menciona que se “faculta al Poder Ejecutivo Nacional (…) a reasignar los beneficios reconocidos por el art. 75 de la ley 25.565 y la ley 27.637” para “una vez implementado el esquema de subsidios conforme el art. 177 del Decreto N° 70 del 20 de diciembre de 2023, el art. 75 de la ley 25.565 y la ley 27.637 quedarán derogados”.
Y destaca que el nuevo texto del proyecto de ley contempla que los fondos fiduciarios que hoy sustentan estas zonas serán utilizados para pagar el nuevo esquema de subsidios que planifica el gobierno. El Estado no correría con los gastos del nuevo sistema de subsidios, sino que se pagaría por parte de los mismos usuarios.
Sin embargo, la ley de Zona Fría no solo se trata de un reconocimiento al mayor consumo de gas que se registra en las regiones con bajas temperaturas, sino también una especie de reconocimiento a las provincias productoras del gas, que abastecen a todo el país.
En este sentido, la senadora fueguina recordó que no se trata de un subsidio, ya que el descuento que se practica a la Patagonia desde hace más de 20 años se solventa con un fondo fiduciario que se compone con un cargo fijo que pagan todos los usuarios del sistema de gas por redes del país, con lo cual su eliminación no implica ningún ahorro para el Estado, ya que no tiene costo.
Particularmente preocupa cómo castigará la medida a los habitantes de la provincia, ya que durante la temporada de invierno los consumos se disparan hasta los 9 mil metros cúbicos anuales, es decir 8 veces más que el consumo medio de los hogares de CABA.
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