El Gobierno minimizó la movilización de este 24 de enero convocada por la CGT, asegurando que el acatamiento fue bajo y “fue lo esperado”.
“Nunca fue tan clara la elección. Hacemos los cambios o seguimos presos de estos extorsionadores”, aseguró el presidente Javier Milei en sus redes sociales luego de que el triunviro de la central, Pablo Moyano, sostuviera en su discurso que si el ministro de Economía, Luis Caputo, adopta las medidas que pretende «los trabajadores lo van a tirar al Riachuelo”.
Además, en horas de la mañana el vocero presidencial Manuel Adorni ratificó la postura asegurando que el paro de la CGT “ha sido muy bajo” y que representó “sólo al 0,19% de los trabajadores”, calificando la jornada como “prácticamente normal”.
“Una minoría que no logra metabolizar el resultado de la elección presidencial”, opinó el vocero sobre la CGT, “es una casta sindical privilegiada que no quiere perder privilegios”.
Por su parte, Bullrich habló de un paro “muy flojo” en el que había gente que ni siquiera estaba organizada. Además, destacó que solo el 4% de los comercios de la Capital Federal adhirieron: “Estuve recorriendo zonas comerciales y zonas de fábricas. En todos esos lugares, la gente se acercaba y me decía que estaba harta de que le paren el país, de que pierdan días y también dinero”.
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