Una tensa situación se vivió en el Aeropuerto de Río Grande este jueves por la mañana cuando a raíz de «problemas técnicos» se debió suspender el vuelo, afectando a los pasajeros que ya habían realizado el preembarque.
Con furia por la situación, algunos vacacionistas enojados gritaron “les queda poco”, haciendo alusión a la supuesta privatización de Aerolíneas por parte del nuevo Gobierno nacional.
A la bronca por la cancelación se suma la perdida de días de descanso ya que las reprogramaciones, en su mayoría, se organizaron para el sábado.
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