USHUAIA – Todos los presidentes de la Unasur en la capital de Malvinas, que según la legislación argentina forma parte de la provincia de Tierra del Fuego. A 30 años de la guerra, ésa será la apuesta de los organizadores de la conmemoración del 2 de abril, que se hará antes del mediodía en esta ciudad, donde ya nieva en algunos amaneceres.
A tono con la estrategia de darle impronta de causa latinoamericana al reclamo argentino por la soberanía en las Islas, los mandatarios de América del Sur ya recibieron sus invitaciones para participar del acto que presidirá Cristina Kirchner.
La gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, se reunió con el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y mantuvo contactos con el Ministerio del Interior. Pero el rol protagónico en la organización de la conmemoración quedó, como todos los años en Tierra del Fuego, para el Centro de Ex Combatientes.
Por eso su titular, Carlos Latorre, envió las invitaciones a las embajadas de las naciones que integran la Unasur. Todavía no hubo confirmaciones, aunque llegaron consultas a los veteranos de guerra y a la Gobernación. Y esta semana se resolvió que Cancillería coordinará las gestiones para las visitas de los jefes de Estado.
Esta novedad se confirmó ayer, en el marco de una reunión de diputados y senadores del oficialismo y casi todos los espacios opositores que viajaron a Tierra del Fuego para presentar la «Declaración de Ushuaia». Hubo elogios mutuos y coincidencias sobre la posición argentina, tanto en el rechazo a la militarización del Reino Unido como a la ratificación de la vía del diálogo. Será el primer proyecto aprobado por el Congreso, dentro de dos semanas.
Del contingente que viajó en un charter (35 diputados y 11 senadores) participaron casi todos los espacios políticos. Alfredo Atanasof, del peronismo disidente, fue «a título personal» porque su bloque decidió no asistir y el socialista Rubén Giustiniani fue el único del FAP que encabeza Hermes Binner.
Los diputados de ese interbloque avalaron el documento pero se bajaron a último momento por «el inaceptable episodio vinculado a la masacre ferroviaria de Once».
Los preparativos
«Malvinas dejó de ser la causa de los argentinos para transformarse en una causa de América Latina, de América del Sur», remarcó la Presidenta hace dos semanas, en la Casa Rosada, y agradeció el respaldo de los países de la región.
«Es una manera de agradecer el apoyo y de demostrarles a los ingleses que América Latina está unida por Malvinas. Hace poco escuché a Chávez decir que en Argentina le falta conocer Tierra del Fuego. Puede haber sido casualidad, pero ya le habíamos mandado la invitación», contó Latorre, con expectativa.
En la vida cotidiana de esta ciudad, orgullosa de haber integrado a los ex combatientes, se advierte de modo permanente el reclamo por la soberanía de las islas. «30 años, Ushuaia, capital de Malvinas», funciona como consigna de la conmemoración.
«Guillermo go home, son argentinas», rodea la figura de las islas una pintada enorme en la vidriera de una casa de iluminación de la calle principal. El príncipe William llegó a Malvinas a principios de mes y se quedará hasta mediados de marzo.
«Los límites de la provincia están fijados por una ley nacional, las islas del Atlántico Sur forman parte del territorio de Tierra del Fuego y Ushuaia es la capital de las Malvinas. Y para los fueguinos, no por una cuestión geográfica sino de pertenencia territorial, el tema siempre estuvo muy presente», aseguró la gobernadora Ríos.
Se esperan miles de personas en las vigilias de esta ciudad y Río Grande, la noche previa al 2 de abril.