Desde muy temprano, este lunes, las redes sociales se tiñeron de los lamentos, acusaciones y reproches mutuos entre referentes, militantes y simpatizantes del Pro y el radicalismo por el penoso resultado de las elecciones, que los deja sin la única banca que conservaban, contando todos los estamentos legislativos en Tierra del Fuego, con la excepción de la que ocupará Maxi Ybars en el Concejo de Río Grande desde diciembre próximo..
Los libertarios, en tanto se despertaron relajados, con el objetivo cumplido y una banca obtenida en Diputados, que los pone en el contexto nacional del sector que lidera su candidato presidencial Javier Milei.
Del lado del peronismo, las expectativas quedaron colmadas, con un logro que ni los más optimistas presagiaban: conservaron sus dos bancas y salieron a celebrarlo, aunque con festejos separados, un síntoma que revela a las claras que no todas son buenas en el oficialismo.
Es que los acontecimientos de los últimos días, que conmovieron a la política de toda la provincia, impactaron con fuerza en los cimientos de la conducción del peronismo ushuaiense, impidiéndole acompañar el crecimiento en votos registrado en Río Grande.
Como consecuencia, el intendente Martín Perez nada demoró en salir a comentar que Unión por la Patria se anotó más de veinte mil votos en el norte de la provincia, haciéndose responsable excluyente de las dos bancas obtenidas, dejando fuera del reparto a Juntos por el Cambio.
El gráfico resultante del escrutinio oficial y desagregado por ciudad, expone esos matices: en el estamento legislativo, Unión por la Patria cosechó en Río Grande 20.968 votos, equivalentes a casi el 40% del total, dejando muy atrás a Republicanos Unidos y más que triplicando a Juntos por el Cambio.
En Ushuaia, en cambio, ganó el estamento Republicanos (29.61%), dejando en segundo lugar a Unión por la Patria (11.931 votos, 27.71%), mientras el tercer lugar quedó para Somos Fueguinos, de Chispita Fadul (16.30%), que postergó al cuarto puesto en la ciudad capital a Juntos por el Cambio (13.70%).
Realidades muy distintas, miradas para todos los gustos, autocríticas que se imponen y barbas que irán a remojar.
Mientras los libertarios sólo piensan en seguir creciendo, los peronistas miran el futuro con ópticas muy diversas, orgullo en Río Grande y preocupación y pronóstico incierto en Ushuaia.
Finalmente, radicales y macristas (o como quieran definirse) tendrán que aprender de una vez que conspirando para adentro o denigrando a sus representantes no se ganan elecciones. Todo lo contrario.
Para ellos, la que pasó más que una elección fue una lección. Y durísima.
(Datos: oficiales de la CNE)
(Infografías: Agencia Neodelfos)
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