Comenzó la etapa de alegatos en el juicio por el doble crimen de Nahuel Roth y Víctor Perpetto, iniciando con una larga alocución de dos horas de parte del abogado querellante Francisco Ibarra.
El letrado destacó la labor de la Policía Científica y Delitos Complejos, como por parte del forense Fernández, que permitieron esclarecer el hecho y luego, brindó detalles sobre el trabajo que fue realizando en la instrucción: El trabajo con el GPS de Perpetto que permitió conocer el recorrido de este, previo a la vivienda de Badilla, el forcejeo, el enfrentamiento en la vivienda, la persecución y el momento en que los cuerpos fueron arrojados al basural.
Cabe recordar que de dicha pericia se pudo obtener que alrededor de las 10:05 horas Perpetto dejó de moverse, por lo que se deduce fue la hora del crimen, así como también la conducta tranquila que mantuvieron en el exterior los acompañantes de las 2 víctimas que fueron y vinieron e incluso dialogaron con un empleado del lavadero vecino.
De las pericias sobre las cámaras se puede observar al vehículo con los cuerpos trasladándose hacia el basural, con la suspensión baja. Y la tobillera marca que 11:41 descartaron los cuerpos detrás de Diarco, en un basurla, y luego las cámaras muestran al Gol ya con la suspensión más alta, van al pasaje Garcia del barrio Perón donde Moral y Gastón Badilla se cambian de ropa.
Luego, a las 17 horas se detiene en la Margen Sur a la camioneta que salió de la casa de Badilla con Guerrero, Moral y su pareja, Noemí Luján Bustos, transportando la pistola calibre 9mm.
Sobre las pericias balísticas y las lesiones que sufrieron las víctimas, destaca la que recibió Perpetto en su cabeza que va de arriba hacia abajo, siendo imposible que se le haya disparado sentado ya que este medía 1,82 de altura, por lo que es lógico considerar que estaba arrodillado.
Sobre Roth se señaló las lesiones en el cráneo con fractura y hundimiento que provocó la pérdida de conciencia, y marcando los dos orificios de bala con tatuaje a la zona de la altura clavícular que provocaron la muerte por hemorragia interna. Dicha balística salió del arma incautada, una 9mm, mientras que el calibre 22 jamás fue hallado.
Ibarra destacó que los imputados Guerrero y Moral dieron positivo el test de deflagracion en sus manos y descartó la coartada del primero sobre que había encendido una bengala de una torta de cumpleaños el día anterior, debido a que dicho producto no tiene los mismos componentes característicos de un disparo.
El Dr. Ibarra consideró esto una “clara ejecución”, marcada por el estado de indefensión y alevosía, por lo que solicitó la pena de prisión perpetua, 35 años sin beneficios, por homicidio con doble agravante.
Se espera ahora la alegación del fiscal oficial, el Dr. Ariel Pinno.
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