Una mota de polvo en una habitación es estéticamente molesta. En el espacio, diminutas partículas de residuos –pequeños restos de satélites o trozos de pintura– pueden suponer un daño grave si impactan con naves u otros satélites en uso. «Houston, tenemos un problema» con la basura espacial. Y la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) parece tener una solución: una familia de satélites limpiadores, que empezará a operar a partir del año 2015 o 2016. Auténticos barrenderos espaciales que limpiarán la basura pinza a pinza.
El proyecto CleanSpaceOne –ayer mismo se anunció su puesta en marcha– tiene deberes, ya que al menos 16.000 objetos de más de 10 cm de diámetro (grandes restos de cohetes o viejos satélites en desuso) orbitan alrededor de la Tierra junto a cientos de millones de pequeñas partículas.
¿Qué harán y cómo estos satélites? En primer lugar, se lanzarán a entre 630 y 750 kilómetros de altura para después iniciar la fase de aproximación al objetivo por medio de un motor ultracompacto. A partir de ahí, el CleanSpaceOne seguirá a su objetivo –a 28.000 km/h– y con un mecanismo similar a una pinza lo atrapará.
Desintegrados
Tras hacerse con las piezas, se dirigirá hacia la atmósfera, donde –una vez entre en contacto con los gases– se desintegrarán. Los primeros blancos ya están fijados: el Swisscube (lanzado en 2009) o el Tlsat (2010), primeros objetos puestos en órbita por Suiza. Aunque tras su misión el prototipo será destruido, los promotores aseguran que el objetivo es el de «ofertar y poder vender una familia de satélites preparados para desorbitar diferentes tipos de satélites».
Las agencias espaciales ven necesaria la eliminación de los residuos de los aparatos que se envían al espacio
Fabricación y viaje espacial rondarán los 8,3 millones, dentro de un proyecto que nace con vocación de permanencia. «Las agencias espaciales están empezando a considerar necesaria la eliminación de los residuos de los aparatos que se envían al espacio, y nosotros queremos ser pioneros en esta área», aseguró Volker Gass, director del Centro Espacial Suizo.
En España, investigadores de la Universitat Rovira i Virgili (Tarragona) participan en unproyecto europeo para diseñar un láser de gran potencia que pueda eliminar chatarra o basura espacial. Un sistema que permitiría impactar en elementos previamente identificados, provocando un cambio de órbita y su desintegración posterior en la atmósfera terrestre.
El desarrollo de estas investigaciones demuestran que el problema de la basura espacial es ya un quebradero de cabeza para las grandes potencias como Estados Unidos. Según un reciente estudio del Consejo Nacional de Investigaciones norteamericano, estos residuos están alcanzando ya límites críticos.
Astronautas evacuados
El peligro de la colisión con la basura espacial no solo afecta a satélites. El pasado año, lostripulantes de la Estación Espacial Internacional tuvieron que ser evacuados a la nave Soyuz –acoplada a la estación– ante el riesgo de colisión con una serie de fragmentos que se aproximaban al módulo. Al final, solo el susto, ya que pasaron a unos 250 metros de la nave. Además, la basura espacial se regenera con las colisiones. En 2009, la colisión de dos satélites (uno activo y el otro sin servicio) provocó nuevos fragmentos de residuos.