La reimplementación de los aranceles de importación a las computadoras portátiles o notebooks dispuesta por el Gobierno permitirá un «mayor desarrollo, inversión y posibilidad de acceso y consumo a bienes tecnológicos», afirmó la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte).
De acuerdo con la cámara empresarial que reúne a firmas fabricantes de la provincia de Tierra del Fuego, la decisión gubernamental “representa mayor desarrollo, inversión, trabajo y posibilidad de acceso y consumo a bienes tecnológicos para una mayor porción de la población».
«Esta medida puede ser el puntapié inicial hacia un modelo de negocio de comercialización de notebooks y tablets accesible al público y sostenible a lo largo del tiempo. El desarrollo y la posibilidad de que esta medida evolucione y prospere depende del trabajo en conjunto», subrayó Afarte.
El decreto 136/2023, publicado en el Boletín Oficial el pasado martes implicó una revisión parcial del decreto 117 de febrero de 2017, por el cual el Gobierno del expresidente Mauricio Macri redujo a cero el arancel de importación de una serie de productos informáticos, decisión que fue prorrogada en 2021 por otros siete años por la actual administración.
En concreto, la medida eleva del 0% al 8% el arancel a las computadoras de menos de 3,5 kilogramos -notebooks- y del 0% al 16% para las menores a 350 gramos -tablets-.
Las PC de escritorio -incluyendo las “todo en uno” u “All in one”- al igual que los servidores continuarán exentos de pagar aranceles.
El arancel, de todos modos, es inferior al previo de 2017 cuando estaba fijado en 35% para todos estos productos tecnológicos.
Frente a los cuestionamientos por el impacto que podrían traer los aranceles en los precios a la venta, Afarte afirmó que los mismos no son “la única causa que un producto valga más y menos”, y señaló que hay “otros factores que deben atenderse”.
“Actualmente, una computadora Lenovo, con 0% de arancel de importación tiene un valor de $ 249.999, un 25% más de lo que sale en Estados Unidos, donde se consigue a US$ 523 con una tasa de cambio de $ 380 por dólar”, graficó en un comunicado.
En contrapartida, un celular “fabricado localmente” como el Samsung Galaxy S23 Ultra “tiene un precio final de $ 499.999, un 11% menos si se compara con su valor en Estados Unidos donde se consigue a US$ 1.476 con impuestos incluidos”.
Asimismo, indicaron que el aumento de aranceles “fortalecerá” a planes de financiamiento como Ahora 12, que solamente contempla a productos tecnológicos locales, y recordaron que este tipo de aranceles ya lo implementaron países vecinos como Brasil con “resultados concretos y positivos”.
Afarte, por otra parte, subrayó la posibilidad de avanzar hacia “un circulo virtuoso de producción y venta que beneficie a los consumidores con tecnología de calidad a precios adecuados”, en el caso de que la medida sea acompañada por los “demás integrantes de la cadena de comercialización”.
Y enfatizó que, a largo plazo, permitirá la entrada de “nuevos actores al mercado, lo que dará mayor competitividad entre empresas, estabilización de precios y diversidad de oferta para los usuarios”.
La cámara, en ese sentido, aspira a que a los fabricantes locales como Asus, Banghó, CX, Exo y Positivo BGH se le sumen marcas como Acer, Dell, HP, Lenovo y Samsung que ya poseen plantas de producción de notebooks y tablets en Brasil, y que resultarán afectadas por el incremento del arancel al importar directamente los productos terminados y no poseer, por su propia cuenta o en asociación, ensambladores locales.
Comentarios