El diferencial patagónico al precio de los combustibles en la región es cada vez menos notorio frente a los valores que se aplican en el resto del país. Desde su creación en agosto de 1991, la Ley 23.996 decretó la exención del Impuesto de Transferencia a los Combustibles (ITC) a las provincias de Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
En 2015, la Ley 27.209 incorporó dentro de ese diferencial a las provincias de Neuquén, Río Negro y La Pampa y a las localidades de Carmen de Patagones, en Buenos Aires, y Malargüe, en Mendoza.
Ese ítem significó en sus primeros años que existiera una brecha de casi el 50% en el valor de las naftas con el resto del país, pero en 1998 comenzó a disminuir el beneficio.
Sin embargo, la brecha empezó a diluirse aún más en los últimos años a tal punto que prácticamente no hay un gran contraste entre los surtidores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y la Patagonia.
En la actualidad, el beneficio patagónico casi ha desaparecido si se toman de referencia los precios de las estaciones de servicio YPF, que posee el 54% del mercado interno. Es que hoy el litro de nafta Súper en Río Grande, Tolhuin y Ushuaia es solo un 16% más barato que en Capital Federal, con una diferencia de menos de $20 entre el precio de este combustible en Tierra del Fuego ($145.1) y en Buenos Aires ($169,3).
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