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Un asunto que amerita un tête à tête

La vocera del Departamento de Estado dijo que se trata de un asunto bilateral entre el Reino Unido y la Argentina. El canciller Héctor Timerman celebró el reconocimiento de que Inglaterra “debe sentarse a la mesa de negociaciones”.

ESTADOS UNIDOS DIJO QUE NO TOMA POSICION RESPECTO DE LA SOBERANIA DE LAS MALVINAS

El gobierno de Estados Unidos reconoció ayer “la administración de facto de las islas Malvinas” por parte de Gran Bretaña aunque evitó tomar posición respecto de la disputa sobre la soberanía y alentó “el diálogo por canales diplomáticos normales para resolver las diferencias”. De esta manera, fuentes del Gobierno interpretaron que se trató de una ratificación de la postura expresada por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien en 2010 se había ofrecido a “mediar” entre ambos países. Desde Nicaragua, el canciller Héctor Timerman celebró el pronunciamiento estadounidense ya que no acompaña “la pretensión británica de soberanía” y muestra que es necesario que Inglaterra “se siente a la mesa de negociaciones”.

Durante una conferencia de prensa en la que se le consultó sobre la posición de su país frente a las recientes posturas adoptadas por Argentina e Inglaterra, la vocera de la cancillería estadounidense, Victoria Nuland, señaló que se trata de “un asunto bilateral que tiene que ser resuelto directamente entre los gobiernos de Argentina y Reino Unido”. “Reconocemos la administración de facto de la islas por parte de Gran Bretaña, pero no tomamos posición con respecto a la soberanía”, indicó el Departamento de Estado que encabeza Clinton, en un comunicado publicado en la web oficial.

El pronunciamiento se produjo en medio de la tensión de las últimas semanas, en las que los países latinoamericanos nucleados en la Celac manifestaron su apoyo al reclamo argentino, varios de ellos tomaron medidas restrictivas frente a los barcos con bandera de Malvinas, mientras, del otro lado, el premier británico, David Cameron, acusó de “colonialista” la postura nacional y reforzó la presencia militar en las islas con un “plan de contingencia militar”.

En ese contexto, Timerman enfatizó que “el no reconocimiento por parte del gobierno norteamericano de la pretensión británica de soberanía sobre las islas muestra que es necesario que Inglaterra se siente a la mesa de negociaciones con nuestro país, como instan las resoluciones de las Naciones Unidas para abrir un diálogo bilateral”. Además, para el Canciller, “toda América latina se une en beneplácito por la posición de Estados Unidos sobre Malvinas”.

Por su parte, el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, consideró “sumamente positiva” la posición de la administración de Barack Obama porque “plantea claramente que se trata de una disputa bilateral entre Argentina y Reino Unido y, en segundo lugar, porque reconoce que se trata de una disputa de soberanía”. Según aclaró el embajador, esos dos elementos son negados por el Reino Unido.

Argüello recordó que el comunicado difundido por el Departamento de Estado “refleja las posiciones que viene sosteniendo Estados Unidos de cara al conflicto de Malvinas” desde hace tiempo. Desde la oposición, los ex embajadores argentinos en Washington, Diego Guelar y Eduardo Amadeo coincidieron en afirmar que el comunicado de la secretaría de Estado puede convertirse en un elemento de presión sobre el gobierno de Londres para que inicie las conversaciones.

Puntualmente, en marzo de 2010, en el marco de una visita de Hillary Clinton a nuestro país, la secretaria de Estado había aceptado el pedido de mediar en el diferendo. “Estamos de acuerdo, nos gustaría verlos sentados y discutiendo el tema”, dijo Hillary en aquel momento.

La respuesta británica no se hizo esperar: “No pensamos que eso sea necesario. Consideramos bienvenido el apoyo de la Secretaría de Estado en términos de asegurar que nuestros canales diplomáticos continúen abiertos, pero no hay necesidad”, señalaron desde la Foreign Office inglesa.

En declaraciones publicadas por el diario inglés The Times, el gobernador británico en Malvinas, Nigel Haywood, afirmó que “sería un enorme error de cálculo si pensaran que (el bloqueo a los barcos que impulsó la Argentina) convencería a los isleños a presionar al gobierno del Reino Unido a entrar en negociaciones con Argentina”.

Ayer, antes de conocerse el comunicado estadounidense, se sumaron más voces en contra de la posición inglesa. El ministro del Interior, Florencio Randazzo, sostuvo que el Gobierno va a seguir insistiendo para que el Reino Unido “se siente a dialogar y se discuta la soberanía de Malvinas”. “Hay una prueba más que elocuente de que no le asiste la razón a Gran Bretaña: la negación al diálogo de parte del Reino Unido en forma permanente, no acatando ninguna de las resoluciones de la ONU desde 1965 a la fecha”, sostuvo Randazzo.

Además, el ex canciller argentino Jorge Taiana rechazó las declaraciones de Cameron y la presencia del príncipe William en operaciones militares en las islas, justo cuando se cumplen 30 años de la guerra. “Es una provocación, como es una provocación lo que ha hecho Cameron, porque acusar de ‘colonialista’ a la Argentina es cómico”, señaló Taiana.