Este miércoles comienza el ciclo lectivo 2023 en todas las escuelas y colegios de la provincia y la fecha es importante para muchos, en particular los estudiantes secundarios que inician el último año de cursada, antes de encaminarse hacia una vida de adultos.
La relevancia de la ocasión ha hecho que se adopte este primer día de clases del último año como algo muy especial y se haya creado al respecto un festejo especial, el llamado “Ultimo Primer Día, o UPD por su nombre más familiar.
La celebración -feliz en su génesis, pero sujeta a lamentables desbordes- consiste en citarse todos los futuros egresados en algún lugar previamente acordado y pasar la noche en vela, celebrando hasta que llegue la hora de ingresar a clases.
El festejo comienza en una casa donde se reúnen todos o algunos integrantes del curso, que luego se prolongan durante la noche a plazas y/o parques cercanos al colegio y finaliza en la puerta o en el patio de la institución a la que asisten, hasta la hora del ingreso escolar.
Los participantes se suelen caracterizar por llevar remeras alusivas o disfraces, gorros, banderas que identifican al curso, maquillaje artístico, banderas; y el uso de bombos, elementos de percusión, espuma, cotillón, silbatos, bengalas de colores y pirotecnia.
El ya impuesto “UPD” es tan popular que ya tiene su espacio en Wikipedia, donde se describe que “este festejo es originario de Argentina. Fue expandido también a otros países como Uruguay, Paraguay o Bolivia.
El origen de este festejo es desconocido, pero lo que sí se sabe es que comenzó a principios de la década del 2010 en la provincia de Mendoza y San Juan. Luego comenzó a expandirse de manera rápida a través de las redes sociales (Facebook y Twitter), en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y otras provincias de Argentina, principalmente en escuelas privadas. El evento también logró a expandirse a Uruguay y Paraguay.
Con todo lo que tiene de feliz, la celebración ha quedado muchas veces expuesta a desbordes, consumo excesivo, tumultos y episodios enmarcables en la crónica policial, por lo que en muchas ciudades de la Argentina se lo espera con preocupación, ansiedad en las autoridades y operativos de vigilancia para prevenir hechos desgraciados.
Río Grande no ha sido ajena a estos episodios lamentables, al punto que una escuela privada supo devolver a sus hogares a alumnos que llegaron a su clase en un estado lamentable, fruto del exceso en el festejo.
Sin un lugar preciso donde encontrarse de manera formal los estudiantes secundarios han adoptado un espacio conocido como “el pozo”, cercano al barrio Las Barrancas y –aunque no habrá anuncios “oficiales”, todo indica que esta noche podría ser ese nuevamente el lugar de la cita.
En medio de la inquietud de padres y maestros, las autoridades policiales, han indicado que se están gestando operativos especiales, más allá de la natural tarea de prevención que cumple habitualmente la fuerza policial.
«Se van a monitorear los posibles lugares o puntos de encuentro de jóvenes y en función a ello se va a destinar el recurso humano y material necesario», resaltaron desde la Policía ante la consulta de ((la 97)) Radio Fueguina.
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