En un comunicado emitido por el ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé, se hace saber el pedido de que se haga “toda la luz” posible sobre la muerte del reportero. «Exigimos una investigación que explique claramente las circunstancias de esta tragedia ocurrida hoy en Homs», al tiempo que condenó lo que consideró «un acto odioso».
El jefe de la diplomacia gala exigió a las autoridades sirias, a través de ese comunicado, que «garanticen la seguridad de los periodistas internacionales en su territorio para proteger la libertad fundamental a la información».
Además, la portavoz del departamento de Estado de los Estados Unidos, Victoria Nuland, afirmó que el gobierno «deplora» la muerte del periodista francés. «Deploramos esta muerte», declaró a los periodistas Victoria Nuland, que denunció la incapacidad del régimen sirio de ofrecer «un ambiente favorable» al trabajo de los periodistas.
Ddebido al incidente, según confirmaron testigos presenciales, también resultó herido un enviado de nacionalidad belga que habría sufrido heridas en un ojo. Ian Black, reportero del diario británico The Guardian, que también estaba en el grupo, fue uno de los testigos que pudieron relatar el hecho.
El grupo de periodistas había llegado a Homs en un viaje organizado por el régimen sirio, que limitó los desplazamientos de los medios extranjeros en el país.