Torres, el damnificado, relató que “mínimo eran tres perros”, los cuales lo abordaron por la plaza de Balbín, donde además se encontraban menores jugando. Los perros al continuar ladrándole, esta persona no tuvo otra opción que sacarse la mochila para defenderse, ya que uno de los perros se dirigía a él con la intención de atacarlo.
Afortunadamente, no fue atacado, ya que en el mismo lugar se encontraba un hombre, el cual Torres dedujo que era el dueño a raíz de que les gritó a los perros y “les hizo señas”, acto que hizo que la jauría diera marcha atrás con el ataque.
El hombre resaltó que sufre un problema de visión, por lo que si el perro lo hubiera mordido, no se podría haber defendido correctamente. Asimismo, sentenció que es muy peligroso lo que le ocurrió, ya que “a un adulto o alguien con problemas de movilidad, el perro se lo come”.
El barrio San Vicente se destaca por ser peligroso, ya que una gran cantidad de personas han sido atacadas por perros que están sueltos.
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