La cónsul de Venezuela en Miami (EE.UU.), Livia Acosta Nogura, fue declarada persona non grata por el Gobierno estadounidense y deberá abandonar el país antes del próximo martes, informó hoy a Efe un portavoz del Departamento de Estado.
La embajada de Venezuela en Washington recibió la notificación oficial el viernes y la cónsul «debe salir de Estados Unidos antes del 10 de enero», dijo el portavoz para Latinoamérica del Departamento de Estado de EE.UU., William Ostick, quien señaló que no puede dar detalles específicos sobre los motivos de esta decisión.
«El Departamento de Estado informó a la embajada de la República Bolivariana de Venezuela el 6 de enero que, de acuerdo con el artículo 23 de la Convención de Relaciones consulares de Viena, Livia Acosta Noguera, cónsul general venezolana en Miami, fue declarada persona non grata», señaló Ostick.
Este artículo de la Convención de Viena estipula las condiciones por las cuales el Estado receptor de personal consular puede comunicar «en todo momento al Estado que envía que un funcionario consular es persona non grata, o que cualquier otro miembro del personal ya no es aceptable».
El punto cuatro de este artículo indica además que el Estado receptor «no estará obligado a exponer al Estado que envía (el funcionario) los motivos de su decisión».
El pasado diciembre, la cadena de televisión Univisión transmitió el documental «La amenaza iraní» sobre una supuesta planificación en 2006 para atacar a los sistemas de varias plantas nucleares en EE.UU., además de la Casa Blanca, el FBI y la CIA.
Algunos de los entrevistados dijeron que las embajadas de Irán, Cuba y Venezuela habrían participado.
Tras la emisión del documental, el presidente de la organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex), José Antonio Colina, se pronunció a favor de investigar a la cónsul, que ostentaba el cargo desde marzo de 2001.
Veppex envió una carta el pasado 12 de diciembre a la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, pidiendo que se le retirara el plácet a Acosta Noguera y otro funcionario del consulado, Egard José Alexander Belandria, por presuntamente pertenecer al Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
«No se puede utilizar la inmunidad diplomática para conspirar en territorio extranjero contra la seguridad del país, en este caso Estados Unidos», dijo Colina en una entrevista con Efe entonces, en la que consideró que había un antecedente «importante» porque «en el pasado ella ha violado las leyes federales al pedir fotocopia de los documentos migratorios de los venezolanos».
Los legisladores republicanos de Florida, Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz Balart y David Rivera, y el demócrata de Nueva Jersey, Albio Sires, también solicitaron a Clinton que investigara las acusaciones contra la diplomática venezolana y, de comprobarse, pedirle la salida inmediata del país.
«De comprobarse, estas acciones demuestran la disposición de Livia Antonieta de minar los intereses de Estados Unidos, y la amenaza potencial a nuestra seguridad nacional que representan sus actividades», dijeron en una misiva remitida a Clinton.
La cónsul protagonizó en julio pasado una polémica después de que dos madres venezolanas, una de ellas con hijas enfermas, denunciaran «discriminación política» del consulado al impedir que gestionaran sus remesas familiares por tener asilo en Estados Unidos