El incendio forestal en el parque nacional Torres del Paine, en la Patagonia chilena, seguía incontrolable y consumía ya 5.700 hectáreas de bosque nativo y matorrales, informó la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), aunque un informe de último momento eleva esa cifra a 8.500 hectáreas.
«El balance indica 5.700 hectáreas consumidas por el fuego», señaló la mañana de este viernes el director nacional de la Onemi, Vicente Núñez, a tres días del inicio del siniestro.
«Estamos ante una situación altamente compleja, con un escenario de carácter extremo, principalmente por condiciones de topografía, fuertes vientos y estado de vegetación altamente combustible», explicó Núñez.
El fuego se inició la tarde del martes en el sector de lago Grey, sobre un sendero que lo bordea ubicado al norte de las Torres del Paine, un imponente grupo de montañas visitadas cada año por miles de turistas.
El rápido avance del fuego obligó a las autoridades a cerrar las puertas del parque al ingreso de visitantes, mientras más de un centenar de brigadistas, una veintena de ellos argentinos, trabajaban en la extinción de las llamas.
En las próximas horas se reforzarán las labores de combate. «Se está gestionando la incorporación de bomberos especializados para la protección de infraestructura y de nuevos efectivos militares para reforzar el apoyo de faenas de combate», dijo el director de la Onemi.
Los fuertes vientos que han propagado las llamas continuarán durante esta jornada, «condición que dificultará las operaciones de control de incendio, especialmente aéreas», agregó Núñez.
El parque nacional Torres del Paine, más de 3.000 km al sur de Santiago, tiene una superficie de unas 230.000 hectáreas.
Zona de catástrofe
Según el diario chileno La Tercera, el presidente trasandino, Sebastián Piñera, decretó zona de catástrofe en Torres del Paine y pidió ayuda internacional por incendio fuera de control.
El mandatario dio cuenta del estado de avance del incendio forestal e indicó que solicitará ayuda internacional a países como EE.UU., Australia y Argentina. “La ayuda internacional ya la hemos solicitado y alguna ya comenzó a llegar”, expresó Piñera.
“Hasta ahora tenemos más de 8.500 hectáreas afectadas por el incendio”, detalló el presidente en la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi), tras encabezar un comité especial para enfrentar el siniestro que se inició la tarde del martes en el parque ubicado a más de 3.000 km al sur de Santiago.
“Lamentablemente están creciendo las zonas afectadas con rapidez”, sentenció Piñera. Según dijeron, las llamas están consumiendo entre 1.500 y 2.000 hectáreas diarias, en una zona de difícil acceso.
Según el jefe de Estado chileno, el control del siniestro se ha visto dificultado por “múltiples causas”. “En primer lugar porque la topografía del lugar es muy agreste y las condiciones climáticas son muy adversas”, concluyó el mandatario.
Por otra parte, el director de la ONG Acción Ecológica, Luis Mariano Rendón, declaró a la agencia de noticias alemana DPA que la situación “está totalmente fuera de control, sólo queda confiar en que llueva”.
El gobierno, en medio de críticas en la prensa y las redes sociales digitales, anunció que doblará los brigadistas en la zona, donde vientos de 100 kilómetros por hora traban las operaciones por aire.
En medio del caos en la zona, ecologistas intentan ingresar al parque, pese a la prohibición del gobierno de que civiles ingresen al territorio. “Ante la inacción del gobierno, hay grupos de voluntarios organizándose en Punta Arenas”, confirmó el líder ecologista Luis Mariano Rendón.
Rendón señaló a La Tercera que “ha quedado en evidencia que la reacción ha sido tardía”. “Eso ha permitido que el fuego se expanda y tengamos en estos momento una pérdida tremendamente grave en una zona muy vulnerable ambientalmente”, dijo al diario chileno.
Según trascendió, las llamas fueron originadas por acción humana y son visibles a kilómetros de distancia, al igual que las gruesas columnas de humo que emergen en medio de las cadenas montañosas del parque.