En los últimos años, la bacteria que provoca esta enfermedad ha sido encontrada en 7 de los principales productores de naranja del mundo, entre los que se incluyen países como Brasil, Estados Unidos, República Dominicana y países asiáticos como China. En algunas zonas, la producción de cítricos ha caído vertiginosamente y las predicciones de rendimiento actuales son hasta un 75% más bajas desde que se detectó por primera vez.
Cómo mitigar una enfermedad incurable
Dado que todavía no existe cura, la única opción es la de intentar controlar la enfermedad. Esto se hace eliminando árboles infectados y replantando nuevos ejemplares. Para ello, es necesario dedicar más tiempo a explorar y proteger los árboles, lo que aumenta el coste del cultivo.
Exploración de cultivos
Este método, tradicionalmente, se basa en recorrer el campo a pie o en vehículo sin una ruta fija, haciendo varias paradas en varios puntos del campo para buscar hojas dañadas, maleza o algún otro elemento que indique que las plantas pueden estar en riesgo. Este enfoque es altamente inefectivo debido a la cantidad de tiempo que hace falta y a los costes asociados al desplazamiento, ya que en la mayoría de los casos se evaluarán plantas sanas y zonas del campo que tienen problemas pueden ser ignoradas al no transitarlas.
La teledetección es una alternativa moderna a este método, mucho más eficaz y barata, ya que reduce el número de visitas al campo a las estrictamente necesarias y solo en aquellas zonas donde hace falta un tratamiento específico. Con ella, es posible monitorizar a distancia los cultivos e, incluso, obtener una predicción del rendimiento de los cultivos.
Al hablar de teledetección, hacemos referencia al uso de imágenes de satélite o imágenes tomadas por vehículos aéreos que proporcionan datos sobre el campo.
Para conocer esta información, mediante teledetección se identifican plantas sometidas a estrés como consecuencia de enfermedad, infestación o circunstancias adversas en el terreno. Cuando una planta está estresada, su absorción de energía luminosa se ve mermada, alterando el espectro de reflectancia respecto a las plantas sanas. Esto es posible al aplicar combinaciones de bandas espectrales e índices de vegetación. Gracias a ellos podemos apreciar características que no son visibles para el ojo humano. Esta tecnología ha sido usada con éxito no solo con cítricos, también con otros cultivos como patata, algodón, trigo, maíz, arroz, chile, etc.
Nueva etapa en el proceso de la búsqueda de la cura contra el enverdecimiento
Esta enfermedad ha costado millones de dólares en pérdidas y miles de empleos perdidos, pero, afortunadamente, la situación podría estar cambiando. Genetistas americanos han encontrado un péptido (una cadena más pequeña y menos compleja que una proteína) en la lima australiana, una fruta resistente al enverdecimiento. Cuando dicho péptido se inyecta en árboles enfermos, mata a las bacterias que causan la enfermedad y ayuda a que los árboles desencadenen una respuesta inmunitaria positiva que combata la infección.
Los resultados han sido prometedores, 7 de cada 10 árboles dieron negativo en la prueba de detección y todos ellos consiguieron sobrevivir.
Ya que esta solución se encuentra todavía en fase de investigación y prueba, no se puede contar con ella al día de hoy de forma general, por lo que conviene buscar soluciones a corto plazo. Los suplementos nutricionales aplicados en las hojas y las raíces permiten seguir produciendo fruta de calidad durante más tiempo, aunque no elimina por completo la enfermedad.
Los bactericidas son otra opción para intentar frenar la enfermedad, se aplican de forma tópica y el árbol no lo absorbe, aunque todavía no está claro cuál es su eficacia.
Existen otras 2 soluciones a corto plazo: son el mantillo reflectante y los tratamientos térmicos. En el primero, los agricultores colocan una lámina de polietileno metalizado como mantillo para evitar que los psílidos, insectos que propagan el enverdecimiento, puedan infectar a los árboles recién plantados.
En el segundo, los árboles se cubren con carpas de plástico y el efecto del Sol disminuye el número de psílidos. Otra alternativa de este estilo es usar vapor.
En ambos casos, en terrenos con decenas de hectáreas su aplicación puede suponer un reto logístico. Por tanto, hay que estar atento a nuevos eventos en el desarrollo de una cura efectiva contra esta enfermedad.
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