Como cada 17 de agosto, se llevaron a cabo homenajes por el aniversario del deceso del General San Martín, el Libertador de América. En el marco del paso a la inmortalidad del Padre de la Patria, hubo distintos actos en toda la Argentina y en la provincia.
En esta ciudad, autoridades y personal de la Facultad Regional Tierra del Fuego, en horas de la mañana, dejaron una ofrenda floral en el busto que lo recuerda y hubo un minuto de silencio. El sencillo y breve acto, que se llevó adelante en el edificio General San Martín, de calle Islas Malvinas 1650, estuvo encabezado por el Decano de la Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional, Ing. Mario Félix Ferreyra quien estuvo acompañado por el vicedecano, Ing., Francisco Alvarez, además de otras autoridades y personal de la casa de altos estudios.
En el Monumento
Las mismas autoridades encabezaron otro acto en horas de la tarde de la misma jornada del martes, bajo una persistente llovizna y con temperaturas bajo cero. En la oportunidad, acompañaron a las autoridades de la Facultad Regional Tierra del Fuego, representantes del Municipio de Río Grande. Acompañaron la ceremonia, integrantes del Centro de Veteranos de Guerra de Malvinas de Río Grande.
En el lugar, y con los abanderados del Jardín de Infantes, Rosarito Vera Peñaloza, Escuela Austral de Enseñanza Bilingüe (EADEB), Colegio Integral de Educación Río Grande, (CIERG) y de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), autoridades municipales dejaron una ofrenda floral al pie del monumento. Luego, hicieron lo propio, las autoridades de la Universidad Tecnológica Nacional.
Luego de entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino y de hacer un minuto de silencio, el único orador, el Ingeniero Mario Ferreyra destacó, en su discurso, la fortaleza y el ejemplo que dejó el General San Martín. “Para nosotros, rendirle homenaje a San Martín se transforma en unos de los días más cálidos de nuestra institución”.
Al citar al Padre de la Patria, dijo que “todo lo dio y sólo recibió ingratitudes y con su mismo temple, recordamos su actitud”. Afirmó que “nunca desde su corazón ni desde sus labios, salió una palabra de queja por la ingratitud sufrida luego de su marcha a Europa”.
Finalmente agradeció a los presentes y, en especial, brindó un agradecimiento a los padres de los niños que participaron del acto.
Celebración histórica
La celebración oficial por la muerte del General José de San Martín, data del año 1933, en cumplimiento del decreto del 2 de agosto de ese año, que establece que comienza a conmemorarse el «día de San Martín» todos los 17 de agosto. Desde entonces, de manera ininterrumpida es feriado nacional.
San Martín es el prócer máximo argentino y altamente considerado en otros países como Chile y Perú. Falleció el 17 de agosto de 1850, en su casa de Boulogne-sur Mer, en Francia.
Treinta años después, sus restos fueron repatriados y actualmente descansan en la Catedral de Buenos Aires, en un mausoleo construido dentro de la Capilla Nuestra Señora de la Paz.
“El Padre de la Patria”
En Argentina se le reconoce como el “Padre de la Patria”. En Perú, se lo recuerda como libertador de aquel país, con los títulos de “Fundador de la Libertad del Perú”, “Fundador de la República” y “Generalísimo de las Armas”. En Chile su ejército lo ha destacado con el grado de Capitán General.
Pero más allá de su gesta libertadora, San Martín es una pieza fundamental en la construcción de la identidad nacional argentina. A partir de su célebre figura y heroico proceder, se construye esa gran narración que nos explica como país. Por eso, rememorar su vida a partir de un nuevo aniversario de su muerte es recordar ese relato que escuchamos en los actos escolares de nuestra infancia, esa gran narración que nos conformó como comunidad y que debemos pensar y reconsiderar en nuestro camino hacia una patria justa, libre y soberana.
Algo de su historia
San Martín fue una figura clave para la concreción y la consolidación de nuestra independencia política, además ha contribuido de manera decisiva en los procesos independentistas, como se señalara, de Chile y del Perú, por lo tanto fue un hombre indispensable para la emancipación de los pueblos sudamericanos.
Fue eminentemente un profesional militar con visión política y humanista, formado en academias militares y en el ejército español, donde participó en más de veinte combates, y su mérito militar fue reconocido en las batallas de Arjonilla y de Bailén, contra los franceses. Estuvo prisionero de guerra en dos oportunidades, lo que contribuyó a fortalecer su férreo temple ante la adversidad de la guerra. No desconocía las campañas de Alejandro el Grande y de Julio César, pero quizás influyeron más en él las de Federico de Prusia, Napoleón y Wellington.
Esa formación, el conocimiento de los sucesos en Europa, las planificaciones que desde España se tenían para con América de habla hispana, entretelones de corruptela llevaron a San Martín a planificar la independencia.
En 1812 regresó a las tierras que lo vieron nacer y organizó los primeros ejércitos regulares. Como líder militar, exigía una rigidez disciplinaria acorde con la dignidad del soldado; sin duda ejerció un mando firme, equilibrado y respetuoso. Su carácter era recio cuando la situación lo imponía.
Organizó un ejército pequeño y disciplinado del orden de cuatro mil criollos voluntarios; cruzó con tropas, pertrechos y cañones una de las cadenas montañosas más grandes del mundo; sorprendió y venció a un ejército español superior y de esa manera consolidó la independencia de Chile, conformó una flota desde la nada, desembarcó en playas peruanas y declaró la independencia del Perú el 28 de julio de 1821, la que se consolidó con las batallas de Junín y Ayacucho en 1824.
La impecable concepción de su Plan Continental lo define como un excepcional estratega; en las batallas de Chacabuco y Maipo evidenció ser un excelente táctico.
José de San Martín es reconocido por los países más importantes del mundo, América del Sur lo valora como uno de sus dos grandes libertadores y tres países como fundador de su independencia.
Comentarios