No será la primera vez, ni será la última. La suba del dólar, en este caso del blue, nunca es indiferente para la economía. Los distintos sectores sufren o se benefician cuando el tipo de cambio se mueve bruscamente, como sucedió en los últimos días.
En el turismo interno, con las vacaciones de invierno en marcha y la perspectiva de una lenta vuelta a la normalidad, la noticia no cayó bien.
Acostumbrados a estos vaivenes cambiarios, los reflejos de los argentinos se activan con rapidez. Con una cotización en alza, el ajuste de precios es inevitable.
Es por eso que los operadores del sector temen que los destinos que están teniendo buen nivel de ocupación, aprovechen para aumentar sus servicios y esto impacte negativamente en la demanda.
“La suba del blue no impacta de manera favorable en el turismo interno. Creo que es todo lo contrario. En una economía devastada, que siempre mira la cotización del dólar, estos sacudones cambiarios generan incertidumbre, hacen ruido y puede provocar subas” señaló a MDZ, Aldo Elías, presidente de la Cámara de Turismo Argentina.
La preocupación del dirigente del sector se multiplica en los operadores turísticos.
La temporada no viene bien a nivel general. La ocupación ronda, en promedio, el 40%. Es cierto que hay destinos que muestran un alto nivel de actividad. Estos son, por ejemplo, Mendoza, Salta, Jujuy, Bariloche, Ushuaia y algunos lugares de la costa bonaerense.
El problema es que la expectativa que existe es que el aumento del blue puede continuar las próximas semanas, a medida que se acerquen las elecciones, y esto se traslade a los costos.
Siempre en la previa electoral, hay un proceso de dolarización por parte de los ahorristas. Por el momento, no se percibe en el mercado oficial debido a que el Banco Central está interviniendo para mantener la estabilidad cambiaria.
Esto hace que la brecha en el dólar paralelo y el oficial está en aumento. Ya se ubica en 90%.
Ante este desequilibrio, quienes tienen pensado hacer turismo y tienen dólares ahorrados, comienzan a mirar la conveniencia de elegir destinos del exterior.
Aún con las dificultades para viajar a destinos internacionales (y más para regresar), en las agencias reconocen una demanda sostenida.
Es cierto que la oferta de vuelos está muy restringida. De todas maneras, hay gran cantidad de personas dispuestas a salir del país para sus vacaciones.
Con precios de pasajes y hotelería regidos por el dólar oficial, la suba del blue hace atractivos los valores que se pagan. Más allá del Impuesto PAIS y el anticipo de Ganancias que muchos pueden recuperar.
Un dato que sirve para ilustrar este momento es que en la agencias de turismo que operan con Brasil, hay muchas consultas para viajar a ese destino a partir de septiembre.
Para esa fecha y los meses siguientes, quienes piensan viajar suponen que la vacunación en la Argentina con el esquema completo estará avanzada lo que permitirá manejarse con mayores libertades.
Lo mismo sucedería en el país vecino. El plan de vacunación en Brasil, si bien no está entre los mejores, es más avanzado que en la Argentina.
La competencia de los destinos internacionales pone presión para el turismo interno, con precios en alza. Tanto tiempo de fronteras cerradas también puede ser un estímulo para viajar al exterior.
En ese sentido, Uruguay ya está pensando cómo atraer a los turistas argentinos y apuestan a atraerlos con el estímulo de la aplicación de una tercera dosis de vacuna – como se está aconsejando en muchos países – para los argentinos que elijan hacer sus vacaciones en ese destino.
En ese país ya tienen inmunizada a más de la mitad de la población con dos dosis y tienen excedente de vacunas.
Obviamente, el laboratorio elegido para tentar a los turistas locales sería Pfizer que, por el momento, pese a los anuncios, no está llegando al país.
Fuente: MDZ
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