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Un chocolate saludable

Chinoa, el arte de la golosina llevada a otro nivel

En el país solo existen cuatro empresas en el mismo rubro, debido a que “es un proceso muy complejo”.

El ingeniero Carlos Gitlin lidera el emprendimiento Chinoa en la ciudad de Río Grande. Se trata de una forma distinta de fabricar y consumir el chocolate.

“Es un emprendimiento familiar, que nace un poco para reivindicar a la ingeniería y al chocolate -relató el emprendedor. Nace como un hobby, y lo sigue siendo, y básicamente el diferencial que tiene es que nosotros fabricamos chocolate desde el grano de cacao que importamos de Ecuador”. 

Gitlin explicó que “siempre me gustó el chocolate, desde la época de estudiante en la universidad, y estuve investigando los procesos, y finalmente descubrí la filosofía del grano a la barra, que tiene tan sólo 20 años en el mundo, y empezó en Estados Unidos, y me encanto un poco esa intención que tiene, esta filosofía que es poder ofrecer un chocolate de origen único, algo muy similar al vino, donde uno, en el vino, puede diferenciar en su compra qué tipo de uva va a beber y de qué lugar.

“En Argentina es un proceso que muy incipiente, con lo cual nosotros estamos no solo en la fabricación y venta, sino fabricacion, venta y generar esa cultura del consumo del chocolate como un superalimento y no como la golosina azucarada, como lo conocemos”, detalló el emprendedor en diálogo con ((La 97)) Radio Fueguina.

“Nosotros traemos los granos de Ecuador, de Guayaquil nos traemos el gramo acá a la planta, le hacemos un análisis previo de humedad y el proceso comienza separando los granos, los que están más aplastados que otros y, después, nosotros tenemos definidos de distintos perfiles de tostado que tienen que ver con la temperatura y con el tiempo”, indicó Gitlin.

Agregó que “separamos esos granos con distintos perfiles, después lo rompemos, los descascarillados y separamos la cáscara del cacao, de lo que está adentro, y eso después lo ponemos en una refinadora de piedra que está dos días consecutivos pisandolo junto con azúcar orgánica que nosotros traemos y, finalmente, después de esos dos días, lo templamos al chocolate”.

“Logramos así poder ofrecer un chocolate de origen único, donde yo puedo decir de qué tipo de grano y con el porcentaje de cacao. Entonces no necesito ponerle aditivos, es un producto totalmente puro y saludable”, mencionó el empresario, ya añadió que “nuestro desafío es empezar a generar esa cultura, que en Europa está mucho más desarrollada y en Estados Unidos también, pero en estas latitudes no tanto”. 

“En Argentina se consume mucho chocolate pero no de este tipo de chocolate, pero de a poco vamos transmitiendo lo que significa y nosotros nos estamos posicionando de esta manera como productores de chocolate y como transmisores de los valores de la marca y de este tipo de producto nuevo”, destacó Gitlin.

Los clientes pueden conocer más precisiones en www.chinoa.com.ar o a través de Instagram en chinoa_chocolate. Sus productos se venden en distintos comercios de las tres ciudades de la provincia y para todo el país desde el barrio porteño de San Telmo.

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