El doctor Gustavo Benavent, de la clínica CEMEP de Río Grande, relató los pormenores del trabajo en Terapia Intensiva en el contexto de la segunda ola de coronavirus. Señaló que se registró un “último incremento de casos significativos que repercutió tanto en la parte pública como privada”.
Si bien el médico destacó el esfuerzo realizado por las clínicas respecto de aumentar la cantidad de camas disponibles, subrayó que el recurso más escaso y complicado de administrar es el humano: “La parte privada ha venido haciendo un esfuerzo desde hace algo más de un año, tratando de aumentar la cantidad de camas y la cantidad de profesionales, porque cabe que recordar algo que a veces se pierde un poco de vista, y es que se pueden aumentar la cantidad de camas, puede aparecer equipamiento adicional, pero siempre vamos a tener el mismo problema, el recurso más finito, el recurso más complejo termina siendo el personal. En ese contexto, nosotros hemos logrado aumentar la cantidad de personal en este último año y esto nos dio cierto grado de ventaja para trabajar. Es difícil la situación, pero estamos logrando hacer frente a las nuevas dificultades que se nos presentan”.
Benavent retrató que existen dos condiciones fácilmente observables, un grupo de la población que cumple con todas las medidas de prevención y que puede sufrir los contagios de igual manera, y un segundo conjunto de individuos que no respeta en un 100% los protocolos, pero que comienzan a hacerlo después de sufrir una pérdida en la familia o transitar las dificultades más graves que genera el Covid-19.
“En general, nosotros lo que estamos viendo es que hay una población dividida como en dos. Está la población que se cuida, que se ha cuidado mucho y que, cuando esta situación aparece sigue manteniendo las mismas medidas de cuidado, pero también hay una población muy grande que no ha tomado por ahí todas las medidas de precaución, no digo que es la general, es una pequeña porción, y que cuando se encuentra con que la enfermedad aparece al círculo más ha llegado, ahí es como que las medidas de precaución vuelven a ser una cosa importante y se vuelven a cuidar”, explicó el médico de Río Grande.
“Hay una gran parte de la población que se cuida y toma todas las medidas exactamente cómo hay que hacerlas, y una parte de la población, en parte por cansancio, en parte simplemente por no querer hacerlo, no toma las medidas correctamente -indicó Benavent-. En cuanto empieza a parecer la relajación en las medidas de precaución, en las medidas que todos ya saben, es donde empiezan a aparecer los contagios y los pequeños brotes, donde uno los empieza a seguir y hasta, a veces, cuando hacemos un seguimiento pormenorizado podemos encontrar los pacientes y encontrar ese pequeño núcleo de contagio que termina internado, complicado, en la terapia. Es una situación difícil y es entendible también, esto lleva mucho tiempo y cuando el tiempo se empieza a prolongar, y cuando las medidas se hacen demasiado largas en el tiempo, se hacen difíciles de sostener. Una cosa es sostener el aislamiento por un período de tiempo corto y otra cosa es cuando hay que sostener el aislamiento por periodos de tiempo muy prolongados, porque se hace difícil desde muchos aspectos diferentes sostenerlo”.
Benavent detalló que incluso “se han visto familias completas” afectadas a tal punto de ser tratadas en Terapia Intensiva: “Hemos visto núcleos familiares comprometidos, padres, hijos, incluso con gente joven contagiada que ha terminado dentro de la Terapia Intensiva. Por suerte, nosotros no hemos tenido decesos en la misma familia, pero estoy en contacto con terapias de todo el país y lo que hemos visto es eso, que en muchos lugares se da que el núcleo se contagia y, lamentablemente, empieza a haber más de un fallecido dentro del grupo familiar”.
Por último, con relación a las restricciones que se aplican para tratar de minimizar los contagios, el doctor del CEMEP consideró que se trata de herramientas que deben ser acompañadas con la vacunación, porque de lo contrario no se logrará reducir el impacto de la pandemia.
“La cuarentena es una herramienta, y las medidas de aislamiento se tienen que entender como una herramienta para aplanar la curva y tratar de bajar las medidas de contagio. La cuarentena no va a resolver la pandemia, no va a resolver la enfermedad -expuso Benavent-, lo que nos tiene que dar es el tiempo para poder preparar las terapias intensivas, para preparar el personal, para que el personal pueda tener un respiro en el trabajo cotidiano y para darnos tiempo para vacunar».
«Básicamente, acá la diferencia la vamos a lograr cuando hagamos eso. Nosotros podemos hacer todo el tiempo el aislamiento que queramos pero, si no logramos avanzar en el resto de las medidas, el aislamiento de por sí solo no va a lograr resolver la enfermedad”, concluyó el médico.
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