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Combatir la vida sedentaria

Recomendaciones para mantenernos en movimiento

En su columna semanal del programa radial «Un Gran Día», la médica Generalista, Fanny Urquizo, nos propone reflexiones y consejos para mantenernos en movimiento en estos tiempos de pandemia.

Este es tiempo de pantallas, nos invaden la tele, las pelis, los noticieros, los teléfonos, las tablets, la computadora. Estamos rodeados y éste aislamiento parcial, al que nos auto sometemos en pos evitar el contagio, lleva a que nos quedemos cada vez más quietos y eso, a su vez, nos va dejando cada vez más duros.

Nuestros cuerpos están diseñados para estar en movimiento. Somos totalmente articulados y tenemos estructuras que permiten y mantienen estos movimientos, y se llaman huesos, músculos y tendones. 

Es importante tener en cuenta la postura, porque el cuerpo se adapta al exceso de descanso y a las malas posturas, y esto lleva a que la columna permanezca en posiciones que, inicialmente, afectan a los músculos y, después, a los huesos y estructuras articulares (cartílagos articulares, meniscos y discos intervertebrales, por ejemplo).

Estar en movimiento facilita la llegada de la sangre de manera permanente a todos los rincones de nuestro cuerpo. Sin embargo, cuando estás mucho tiempo quieto se te enfría el cuerpo y puedes empezar a sentir hormigueos o calambres en brazos y piernas, y si estás en mala posición tu propio cuerpo buscar recircular la sangre, obligándote a moverte. 

Por otro lado, algunos medicamentos requieren que sean consumidos estando uno de pie, como por ejemplo el calcio, porque si uno lo toma cuando está acostado no va a llegar hasta el hueso, por eso es que se dice que tiene que ser durante el día y lejos de la hora de la siesta, para que llegue hasta los huesos.

La digestión se realiza más rápidamente si estamos en movimiento, por eso se recomienda no acostarse inmediatamente después de almorzar o cenar, porque si hacés la digestión antes de acostarte, cuando lo hagas tu cuerpo va a descansar mucho mejor.

Los hombros se suelen lastimar con más frecuencia en la edad adulta y en adultos mayores. Estamos acostumbrados a realizar movimientos del brazo desde el codo hacia las manos únicamente, levantamos muy poco los brazos por encima de la cabeza, por eso ante mínimos movimientos o esfuerzos los tendones se inflaman y se lastiman, por esto y por muchas otras razones, necesitamos estar en movimiento.

El movimiento regular de una articulación mantiene una lubricación de las articulaciones y tendones y músculos activos. Un músculo que no se mueve es un músculo que adelgaza, se atrofia y pierde su función, y esto también vale para el cerebro.

Hay ejercicios que pueden ser realizados en casa, hay ejercicios y esfuerzos o impactos distintos que tienen que estar adecuados a cada edad y a cada contextura. Hay ejercicios que se pueden hacer de pie, sentados e incluso acostados. Es importante que éstos sean guiados por un profesional, sea kinesiólogo o profesor de Educación Física en el caso de los gimnasios.

Si tenés algún problema de salud, charlalo con tu médico y con un kinesiólogo. Si ya tienes problemas de tendinitis, de contracturas musculares, artrosis o dolores alisados en determinada parte del cuerpo, el ejercicio debe ser protegido y guiado sí o sí, para no lastimarte.

Empezá despacio, no te esfuerces demás, no desde el principio. Si no realizas ejercicio regularmente es importante primero entrenar tu corazón, caminá, baila, sacá a pasear a tu perro y, poco a poco, ve aumentando la intensidad. No te apures, no te aceleres y no te olvides de consultar antes a tu médico.

En tu casa, en el parque próximo tu casa, en la ciclovía, respetando la distancia social, movete, porque cuidarte es quererte. 

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