Según informó Gendarmería Nacional los controles se realizaron en las rutas nacionales más peligrosas del centro y norte del país: 9, 11, 14 y 34, desde el 1º de enero hasta el último fin de semana de febrero, y dieron como resultado que 100 choferes tenían alcohol en su organismo. Cabe destacar que < ?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />
El riesgo de una copa de más
A través de una serie de pruebas, CESVI demostró que el efecto del alcohol puede manifestarse con el primer vaso de vino o cerveza y con concentraciones inferiores a 0,2 gr/l, especialmente, sobre la coordinación de movimientos y los tiempos de reacción. En estos ensayos participaron hombres y mujeres de distintas edades, pesos y cultura alcohólica, y se pudo comprobar que con apenas un promedio de 0,29 gr/l de alcohol en sangre aumenta un 17.1% la imprecisión de las maniobras y un 10.3% el tiempo de reacción.
No se puede engañar al alcoholímetro
Muchos creen que se pueden evadir fácilmente los controles y existen una cantidad de supuestas recetas mágicas para engañar al alcoholímetro. Los más comunes son desde masticar granos de café hasta correr durante un tiempo prolongado, pasando por algunos tan insólitos como tomar aceite. Especialistas de CESVI probaron todos los métodos populares y, con el asesoramiento de un grupo de médicos, pudimos comprobar que no es posible mentirle al alcoholímetro.
Ni una ducha de agua fría, ni un café bien cargado pueden alterar el resultado del test. Tampoco sirve lavarse la boca o fumar un cigarrillo. La única manera que existe es esperar el tiempo suficiente para eliminar el alcohol de la sangre. Hay estudios médicos que afirman que el hígado elimina entre 0.15 y
La razón por la que todas estas artimañas no resultan efectivas es simple. El alcohol se absorbe en el estómago, en la primera parte del tubo digestivo, pero después va a la sangre y a través de un proceso sistémico se distribuye a todo el cuerpo, incluido los pulmones, donde se evapora por los alvéolos. Así, los alcoholímetros miden el alcohol en el aire espirado de los pulmones y no el que contiene el estómago. Y la concentración de alcohol en el aire es proporcional a la concentración alcohólica de la sangre circulante a través de los pulmones.
Si se ingieren bebidas alcohólicas sólo existe una forma de eliminar sus efectos. Con paciencia y tiempo. No existen elementos o fórmulas mágicas que eliminen los efectos del alcohol.
Fuente:CESVI